Tras la racha de escasez de motivación para escribir en los últimos tiempos, hoy intento retomarlo, aunque sea un vago intento.
A día de hoy, mirar las noticias o la televisión en general, es casi siempre fuente de indignación, pena, y hasta vergüenza, especialmente para los oriundos de este país nuestro, que tan bajo ha caído en los últimos tiempos con la desazón e inutilidad de "clases" gobernantes corruptas.
Hablo de "clases", entendiendo que estos que nos gobiernan, que son en su mayoría individuos que consideran la política una forma de vida y no una forma de contribuir a mejorar la sociedad y lo que nos rodea, se consideran a sí mismos una clase superior, para la cual, la justicia ni las leyes funcionan de la misma manera que para los ciudadanos de a pie, como nosotros.
Poco puedo decir ya que no se haya visto de los últimos asuntos de actualidad como Bárcenas, Urdangarín, la Infanta, la decadencia de la monarquía, y la ruina de este país, traducida en el personaje de Rajoy, su gobierno de incompetentes e ineptos y la sumisión incondicional del mismo a las reglas neoliberales que desde su sillón "imperial" Angela Merkel dicta para toda Europa.
El gobierno de este señor que sale en una pantalla de plasma para evitar las preguntas de la prensa, cumple obedientemente las órdenes que recibe, y a su vez, aprovechando la mayoría absoluta, que en su "sabiduría" y como castigo al anterior ejecutivo socialista, el pueblo español les otorgó aquel 20 de noviembre de 2011, arrasan con los progresos sociales conseguidos por aquellos, otorgan amnistías fiscales para que otros puedan lavar su dinero impunemente, y alcanzan la insospechada e histórica cifra de 6.200.000 parados. Bien hecho Mariano.
Para una persona de mi edad, el panorama no podría ser más negro.
Esta mañana, coincidiendo con una canción que me gusta mucho de los Rodríguez se me ocurrió materializar esto que sentía, esta frustración ante una situación de la que nosotros los jóvenes no somos culpables por mucho que a algunos se les llene la boca predicando la falta de valores de las generaciones actuales. Visto el panorama ¿alguien duda de qué opciones quedan para nosotros?.
Aquí no podemos hacerlo, ni salir adelante, ni trabajar, y ya dentro de poco ni estudiar. Lo harán los que tengan la posibilidad económica o pertenezcan a la "clase alta", así como acudir a un hospital.
Sueño con que un día me despierto y veo un país diferente, donde el talento no tenga que huir y exiliarse ante el dominio impertérrito de los mediocres gobernantes que han hecho añicos todo lo bueno que trajo las energías renovadas de la democracia hace tantos años, que no han sido tantos en definitiva. Cuando abro los ojos, vuelvo a descubrir que los sueños, sueños son.
Así que como otros miles, soñaré con encontrar el futuro en un lugar donde el progreso sea posible y donde podamos dedicarnos a ejercer para aquello para lo que nos hemos preparado este tiempo.
Está más claro cada día, que aquí no podemos hacerlo.
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