jueves, 14 de mayo de 2015

No perder de vista el frente.

Hacía demasiado tiempo que no me tomaba unos instantes para retomar mi abandonado blog, y tras varios meses por fin me he decidido.

Casi hemos llegado al ecuador de 2015 sin apenas pestañear. Tal vez el tiempo se haya acelerado, o es que a medida que pasan los años te percatas más del tiempo perdido o mal aprovechado.

El tiempo y el destino son elementos caprichosos, especialmente el segundo, que puede cambiar circunstancias y darle un giro de 180 grados a tu vida, pero pese a eso, uno no debe perder la vista del frente, de sus objetivos, de lo que busca para su futuro y también para su día a día.

No se puede controlar todo, ni debe intentarse despilfarrar el tiempo en ello, pero si nunca olvidar lo mejor para uno mismo. Suena egoísta, pero no lo es tanto: para poder hacer felices a los demás, debemos empezar por hacernos felices a nosotros mismos.