The World Is Mine.

En este caluroso verano, me siento mejor que nunca.

Me he dado cuenta de que todos tenemos que disfrutar al máximo de nuestro momento, de nuestros éxitos y de nuestras virtudes, sin perder la humildad, pero sin ser deshonestos; si consigues algo por el fruto de tu esfuerzo, no debes negar el reconocimiento correspondiente.

No hay nada mejor que sentirse liberado, sin estar atado, salvo a la fidelidad a tus amigos, a tus ideales y a tu familia, así es como debe ser.

Si algo funciona, no lo arregles. Así me siento.

Gracias :)

La curiosidad de la vida.

Es tremendamente llamativo la forma en que la vida, o el destino, o lo que quiera que sea, hace su acto de aparición.

Cuando se produce en ascenso de gente mediocre y los genios desaparecen sin dejar rastro, o cuando las cosas salen mal contra todo pronóstico. Pero también las curiosidades se reflejan de otra forma más favorable a veces: cuando el bien se impone al mal, o cuando los milagros aparecen en los momentos más oportunos.

Me he dado cuenta de que a veces, incluso los que menos lo merecen, los que menos capacidades tienen, obtienen cosas inimaginables, solamente por casualidades, el destino, o la vida. Y eso me lleva a preguntarme...¿Si tienes una base fuerte, y cuentas con los que necesitas, qué puedes conseguir?

Creo que lo tengo claro:

Todo.

22.

De pronto, llega un día en el que te levantas, y resulta que ya tienes 22. Pensándolo bien, no es una mala edad, sino todo lo contrario, la madurez va llegando (o mejor dicho, reforzando la que ya tenías desde hace tanto) pero tienes ciertas sensación de ansiedad.

El tiempo se ha ido volando, sin darte cuenta. Ahora toca mirar hacia delante. Reflexionando sobre si he aprovechado el tiempo hasta este momento... Diría que si, pero acorde a mi propio carácter, no lo suficiente.

Esta es una época de cambios, de crisis, es el momento de demostrar todas las cualidades que tenemos para salir al paso en cada situación, sin pararnos a reflexionar una y otra vez si tomamos la decisión correcta. Solamente pensar lo justo y actuar a través de nuestra intuición.

Con 22 años, es el momento de explotar todas las cualidades que tienes en tu interior.

Life is short.

Te despiertas una mañana y vas a cumplir 22 en dos días. La sensación es rara, porque piensas que se te ha pasado volando aquellos tiempos en los que todavía tenías 18 y pensabas que siempre sería todo igual, parecía erróneamente que el tiempo no avanzaba.

Y de pronto, los años vuelan, mucho más rápido que antes. Pasa mucha gente por tu vida, la mayoría se van, otras aguantan, y se quedan contigo. Vives inténsamente tanto lo bueno como lo malo. Debe de ser por eso; el motivo por el cual, tengo la sensación de que cada vez todo va más rápido.

En este año que ha pasado, me he transformado, creo que he ganado madurez, constancia, y más carácter. También he cometido errores, algunos desastrosos, que han hecho daño a terceros. Te equivocas de elección a veces, es inevitable, pero siendo honestos, hay cosas que, sencíllamente, no se pueden evitar, así como hay personas, que no te merecen.

La vida es demasiado corta. Demasiado corta como para dar explicaciones de lo que haces o dejas de hacer. Demasiado corta como para nostalgias o para arrepentirte de decisiones que ya no se pueden cambiar. Las personas importantes de verdad en tu vida, te aceptan tal y como eres, en lo bueno y en lo malo, y lo mismo debe hacer uno mismo.

De eso se trata, vivir inténsamente, tratar de alcanzar la felicidad en este pequeño espacio de tiempo que se nos ha dado, antes de que llegue el inevitable final. Cuando llegue, al menos por decir que lo has conseguido. Que por fin, te sientes completo :)

Menos hablar, y más dar la talla.

Estamos en una época en la que nada es lo que parece, donde ya no es posible creerse ni la mitad de lo que oyes ni en la noticias, ni tampoco en lo que oyes en las personas.

Creo que muchos se refugian en las mentiras para tratar de ignorar el terrible día a día que tienen, y sin embargo, fallan cuando intentan que los demás las creamos. No tienen validez, pues son palabras vacías.

Lo que vale en esta vida es demostrar lo que realmente vales cuando debes hacerlo; de poco sirve aquellos que hablan y parlotean, se cuelgan medallitas de algo que no son, y cuando llega la hora de la verdad, la realidad les estalla en la cara, dejando al descubierto que los que valen son los que hablan menos, y actúan más; aquellos que resuelven la situación cuando está perdida para el resto.

Así que, menos hablar, y más darlo todo para ser mejores cada día a través del trabajo, y la disciplina, no a través de burda palabrería.

Elige tus batallas.

Se acerca el momento de vivir otro verano más, el vigésimo segundo de mi vida. Y me he propuesto dar ciertos pasos definitivos como persona. Decisiones postergadas una y otra vez, siempre te alcanzan de nuevo.

Aunque tropieces mil veces con la misma piedra, siempre te queda la estúpida sensación de no haber hecho lo que debías en su momento, y todo se vuelve a repetir. Y si hay un enemigo fuerte, es la pereza. Por no decir, que es el peor enemigo, ese que hace que te confíes, te cruces de brazos y te limites a olvidarte de lo que realmente debes hacer, de tus objetivos fundamentales.

Nuevamente, el escenario que se presenta es arduo complicado, y toca replegarse otra vez. No llevas la cuenta de cuantas veces se ha repetido esto, pero ya van unas cuantas. Esta vez será la última. La próxima vez, todo estará en orden y preparado cuando toque afrontar responsabilidades.