miércoles, 28 de diciembre de 2011

Balance general 2011.

¿Será posible? Parece que hace tan pocos días que escribí lo mismo pero acerca del 2010... El tiempo se nos escurre entre los dedos más rápidamente de lo que imaginamos, es una sensación extraña.

En otra ocasión, hice un balance mes a mes, pero esta vez no tengo muchas ganas de detallarlo todo, porque a fin de cuentas, tampoco quiero hacer un blog interminable.

Musicalmente hablando, ha sido un año magnífico, aunque me haya quedado con ganas de más conciertos, tampoco se puede decir que no haya tocado mucho. Creo que he mejorado mucho mi nivel tanto de guitarra, y en cuanto a coros se refiere. Precísamente, la voz era una cosa que debía trabajar, y aunque queda mucho por hacer, creo que ya tengo capacidad para ejercer de voz principal.

En cuanto a estudios, bueno, me despedí para siempre de la ULL, con la lección bien aprendida sobre lo que quiero, y lo que NO quiero. Ahora estoy en la UNED, y este año promete ser más próspero que el anterior en este campo. A su vez, en febrero de 2012 me presento a unas oposiciones en las que me juego mucho, no solamente conseguir un puesto de trabajo, sino conseguir cambiar mi vida completamente.

En cuanto al tema personal, que decir. Tropiezas, te caes, y te levantas, una, y otra, y otra vez. He conocido a personas encantadoras, y aunque las cosas no siempre salgan bien, me quedo con los recuerdos bonitos. El nuevo año revelará muchas cosas creo. =)

Ha sido un año que se me ha pasado demasiado rápido. Espero poder disfrutar mucho más intensamente del que se avecina, seguir conociendo a nuevas personas, retomar amistades perdidas, avanzar en la música, y sobretodo, seguir dando pasos firmes en la senda de la vida.

¡Gracias!

domingo, 25 de diciembre de 2011

Comentario sobre Nochebuena.

Sin duda de las mejores noches del año.

Anoche rodeado de buenos amigos pasé uno de esos ratos que se te quedan grabados en la cabeza durante mucho tiempo. Y al margen de todo lo demás, lo importante es la compañía, aunque no sea numerosa, eso es lo de menos.

Lo que realmente importa es tener gente con la que puedes contar.

Aunque si que faltaba una persona, que pese a la distancia, estaba presente. Te doy las gracias por todos los buenos momentos que hemos vivido y por los que todavía están por venir. ¡Gracias becerrito! =)

sábado, 24 de diciembre de 2011

Lo justo y necesario.

Si en la anterior entrada de este blog, reiteré la importancia que tiene no dar todo por cerrado, vivir el presente y el famoso "nunca digas nunca jamás" en el de hoy, haré hincapié en otro aspecto importante.

Preocuparnos, si, pero lo justo y necesario.

En definitiva, nosotros solamente tenemos un pequeño porcentaje de control sobre las cosas que suceden a nuestro alrededor, de modo que tampoco podemos considerarnos responsables de las acciones que lleven a cabo otras personas, en el uso de su libre albedrío. Y es un curioso y común fallo en todas las personas otorgar un importancia desmesurada a hechos u acontecimientos que no pueden controlar ni cambiar (tal y como mencionaba la cuestión de vivir el presente en la anterior entrada de este blog)

¿Para qué molestarse pensando en lo que puede pasar o si a tal persona le da por llevar a cabo una determinada acción? Nosotros no tenemos ni control, ni responsabilidad en ello. Pero claro, algunos pensarán que no, que tenemos la obligación de intervenir, aconsejar o protestar. Sin embargo, lo cierto es que no existe potestad alguna que nos permita una intervención en la voluntad ajena, pese a que esta pueda derivar en acciones perjudiciales para esa persona.

Con el paso del tiempo, he aprendido que la gente es imprevisible, y que debemos esperarlo todo y a la vez nada. Por eso creo que lo ideal es estar siempre preparado para todo, porque realmente es lo único útil y eficaz que puedes hacer.

Solamente les doy el consejo de que no se preocupen en exceso ni dejen que su mente se llene de negatividad. Les recomiendo valorar siempre todas las posibilidades, desde la peor hasta la mejor, y tener una acción pensada para cada caso, porque visto lo visto, es la forma más lógica y metódica de actuar.

Les deseo a todos felices fiestas desde una visión introspectiva.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Vivir el momento.

Fíjate en el poder que consigues cuando vives el presente, cuando no te preocupas por cosas que están por llegar, y que ni siquiera podrías imaginar.

Si llevo diciendo hace tiempo que las cosas han cambiado, ahora por fin, empiezo a notarlo.

Se nota en la forma de mirar las cosas, en la forma de aceptar los disgustos o los contratiempos. Se combaten aceptándolos, y valorándolos en su justa medida, porque no sirve de nada perder el tiempo llenando tu cabeza de problemas tales como: "¿qué dirán?" "¿y ahora qué hago?" "¿por qué hace eso?"

Todas esas preguntas son inútiles, porque no es posible saber a ciencia cierta porqué sucede una cosa y no otra, y lo mismo con las motivaciones que tienen las personas que te rodean para llevar a cabo tanto buenas acciones inesperadas como acciones que no tienen lógica y de marcada estupidez.

Me gusta pensar en que cuantas menos preocupaciones invadan tu mente, más feliz, o más posibilidades de serlo tendrás, y por eso no es de extrañar que esté en un estado de indiferencia general, en el que se observan los hechos, pero no se entra a valorarlos.

2012 está a la vuelta de la esquina, y este año, tanto si es el último de la historia como si no, me he propuesto cambiar mi vida de arriba a abajo. Y todo empieza por ser capaz de darle la importancia real a los acontecimientos que se suceden a tu alrededor para evitar el desgaste, ese desgaste que tienen personas de todas las edades marchitando su alma y destruyendo su ilusión.

Dicen que el tuerto es rey en un mundo de ciegos, y aplicado al caso, el que espera lo justo y necesario, se decepcionará menos, y por tanto, será más feliz.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Nunca digas nunca jamás.

En estos días en los que se acaba el año y empiezas a meditar sobre lo positivo y negativo que ha acontecido, te das cuenta de que la vida da muchísimas vueltas inesperadas. Comparando mi situación al comenzar el año pasado, no imaginaba que iba a sentirme así.

No podía pensar que en un año aprendiera tanto sobre la vida, sobre las personas, sobre mi mismo.

Siendo coherentes con mis anteriores reflexiones, no me arrepiento de haberlo pasado mal, porque a fin de cuentas son experiencias que al final te sirven de lección para no repetirlas, o al menos, para intentar evitarlas. Por eso no rechazo los malos momentos, si bien me gustaría borrar unas cuantas partes.

¿Pero qué es lo bueno sin lo malo? ¿Qué es la vida sin la muerte? Siempre existe esa dualidad universal, que de una forma u otra aparece reflejada en cada aspecto de nuestra existencia.

En tan solamente dos meses, he cambiado, me considero una persona más completa, una persona con objetivos y metas claras, donde antes había confusión y miedo. Me he vuelto optimista y siempre dispuesto a intentar buscarle el lado positivo a las situaciones.

Me he llevado grandes decepciones también, en muchos aspectos. Esperé demasiado y al final no tuve casi nada, pero sin embargo, lo poco que algunos me dieron, lo guardé como oro en paño. E incluso, personas de las que no lo esperaba, tuvieron gestos que conmovieron mi fuerte carácter hasta emocionarme.

No podemos decir nunca, puesto que tal vez, al día siguiente, a la hora de decirlo, al minuto, o al segundo, nos daremos cuenta de que no todo es blanco y negro, sino que existen tonos grises, y lo que hoy parece un orgulloso gladiolo en esplendor, mañana solamente esté marchito, tan efímero y triste como su propia existencia, que pensaste sería eterna y placentera. Y sucede al contrario, cuando observas que una margarita que creías débil, dudosa, en la que debías esforzarte más, contínuamente en el filo del precipio del fracaso, brilla con mucho más fuerza que aquella que pensaste que brillaría para siempre.

Rectificar es de sabios suelen decir, y con gran razón, porque nada es inamovible, ni eterno, pero lo que realmente importa es saber aprovechar el tiempo que se nos ha dado, buscar la felicidad junto a la persona que queramos y vivir, intentando ser coherentes con nuestra mente y nuestro corazón.

Muchas gracias como siempre por leer este blog.

Un saludo.

martes, 13 de diciembre de 2011

No los cambiaría por nada.

Anoche, ya en la cama, pensando un poco sobre la forma en la que había transcurrido el día, se me ocurrió otra reflexión que pensé que valdría la pena compartir con todos. No se trata precísamente de una muy complicada ni mucho menos.

Me quedé pensando sobre cuanto tiempo gastamos los seres humanos arrepintiéndonos de actos ya ocurridos hace mucho en nuestra vida, y pensando una y otra vez en ellos. ¿No es una auténtica pérdida de tiempo pensar en cosas que ya no puedes cambiar? Y es más...¿Para qué cambiarlas?

Supongo que para responder al porqué de los acontecimientos, cada uno tendrá una fórmula concreta, que responda con mayor exactitud, llámese karma, llámese destino, o azar. Lo realmente cierto, es que una vez que te ha ocurrido algo bueno o malo, para bien o para mal solamente puedes aceptarlo y sacar la lección para tratar de evitarlo en un futuro, pero creo que no sirve de nada en pensar "¿y si?" "tal vez...". Todo eso no nos sirve, no podemos cambiar lo que ya ha sucedido.

Dicho esto, y sobre la segunda cuestión, en lo que a mi respecta, no cambiaría ni un minuto de todos los malos y buenos que me han pasado. ¿Cómo es posible que digas eso? Muy sencillo...Sin esos hechos, seguramente sería una persona más débil, con menos experiencia, y con toda seguridad en algún momento del futuro, aprendería la misma lección con el doble de brusquedad, siendo más complicado superarla.

Cada una de nuestras experiencias, tanto buenas como malas, nos define, conforma nuestro ser, llena nuestros recuerdos con cicatrices de momentos duros, pero que has superado, y de imágenes maravillosas que sirven de inspiración para superar las pruebas del día a día. Esta forma de pensar no es común, puesto que (y es algo completamente comprensible) los seres humanos siempre nos obsesionamos recordando nuestros traumas sin extraer una enseñanza positiva que nos sirva de algo en el futuro, limitándonos a imaginar que sería de nuestras vidas si no nos hubiera pasado algo o si no hubieramos actuado de una forma determinada. Eso no sirve de nada. No se puede cambiar el pasado.

En mi humilde opinión, son los momentos buenos y malos los que conforman nuestra historia personal, y de nosotros depende darle la importancia que realmente tiene cada uno de ellos, pues la experiencia nos ayuda a evitar errores ya cometidos, los recuerdos te ayudan en los momentos duros, y con el tiempo, la combinación de ambos te encamina hacia la felicidad el día de mañana.

No cambiaría por nada todo lo vivido.

Feliz martes y trece! =)

lunes, 12 de diciembre de 2011

La llama del poder.

Esta mañana al levantarme, he reflexionado acerca de la espera, en sentido amplio, el tiempo que transcurre desde que inicias una acción con una finalidad hasta que logra el objetivo deseado (a veces)

En las personas proclives a la impaciencia, como yo, siendo honestos, a veces esperar se hace eterno y necesitas ver resultados en poco tiempo. Se puede convertir en un espacio de tiempo muy duro si no eres capaz de adaptar tu mente y centrarte en lo que conseguirás. A veces la moral empieza a decaer, es inevitable.

Sin embargo, esta mañana al levantarme, no me ha invadido esa sensación, sino todo lo contrario. Pienso que cuanto más te esfuerzes en luchar por lo que quieres, más cerca estará de ti que en el caso en el que te muestres ansioso, desmoralizado o apagado.

Visualizad en vuestra mente vuestros objetivos, dadles forma, y pensad en lo que supondrá conseguirlos al fin. Esa sensación de haberse impuesto a las dificultades y a todos los obstáculos que se te han puesto delante, es una de las mejores que podrá experimentar el ser humano, en mi opinión. Es la sensación de sentirse realizado, de haber hecho las cosas bien, del éxito.

Esa sensación es como una droga para ciertas personas, algo que te impulsa a luchar por demostrar que puedes conseguir todo lo que te propones. Una vida sin este sentimiento sería vacía y triste, como una vida donde no existiera el amor.

Puede que se interprete que en algunos casos, las metas y los objetivos son solamente combustible para la gran llama de la ambición que arde en el corazón de algunas personas, pero nunca debemos olvidar que la ambición, bien conducida, puede llevar a lograr cosas imposibles en apariencia. Un buen ejemplo es el de un joven nacido en una isla del Mar Mediterráneo, cuyo padre lo alistó en el ejército del país que había conquistado hacía poco la isla. Finalmente, este pequeño corso, del que mucho se reían al principio, llegó a convertirse en Emperador de Francia, y a dominar la mayor parte de Europa, escribiendo uno de los episodios más épicos, sangrientos y grandiosos de la historia de la Humanidad.

Todo nació de esa llama que arde en el corazón de algunos incoformistas. La llama del poder.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Diferencias abismales.

Al margen de la derrota del Madrid ayer ante el Barcelona, cosa que como a todo aficionado madridista, me afecta bastante, ayer también fue un día del que se pudo aprender mucho más que de fútbol.

Para empezar, aprendí una pequeña lección sobre la profesionalidad en la música. Que importante es cuando vas bien preparado a un concierto y te lo pasas bien tocando sin apuros, en espacios cómodos, con tu equipo, y con músicos de calidad. Desgraciadamente, a veces no puede ser así siempre, y uno tiene que demostrar que es mucho mejor de lo que los demás piensan para salir airoso en escenarios complicado. Anoche salió todo a pedir de boca, salvo la hora en la concluyó. Por lo demás, todo fue muy divertido. Casi todo.

Y otro aspecto a destacar, es que aproveché mucho mejor la noche con mis amigos, sin preocuparme de tonterías y quebraderos de cabeza, y fue de las mejores en meses, aunque muy breve para mi gusto. No hay duda de que la repetiré, y saldrá mil veces mejor. Cuando te rodeas de gente que si que te aprecia de verdad, es una sensación maravillosa, por eso debemos guardar como oro en paño a los que realmente si son tus amigos y además, lo demuestran.

Han quedado en evidencia las diferencias abismales que hay entre unas pocas semanas, e incluso de pocos días, donde sientes sensaciones de culpabilidad o ansiedad y todo se transforma para darte cuenta de que son sensaciones ficticias, cuyas bases desmonta el paso del tiempo y de los acontecimientos. Ese es otro tema interesante, del que ya hablaré en otro blog.

Muchas gracias por vuestro tiempo amigos y amigas =)

sábado, 10 de diciembre de 2011

Reflexión previa al Clásico.

Pues si, hoy es el gran día. Es un día decisivo en el fútbol mundial, pues probablemente la inercia que se genere a través del resultado de este partido decidirá el resultado de nuestra Liga.

Para el Barcelona, es una ocasión importante de remontar puntos al Madrid, de demostrar que todavía sigue un peldaño por encima. Posesión, toque, mediocampo de calidad óptima y por último el factor decisivo: Messi.

Por el lado del Real Madrid, la victoria supondría situarse a 9 puntos de su rival directo por la lucha de la Liga, y además, sería un golpe sobre la mesa, para indicar que por fin este año el Madrid está al mismo nivel o incluso superior al Barcelona, y que puede ser capaz de recuperar los títulos a los que siempre ha sido aspirante. Verticalidad, pegada, presión asfixiante son sus cualidades, y a destacar, Cristiano Ronaldo, que todavía debe demostrar ser tan decisivo como lo fue en la final de la Copa del Rey (junto a Di María)

Sea cual sea el resultado, seguro que viviremos un gran partido, con buen fútbol y con goles.

Y ya que estamos: HALA MADRID!

viernes, 9 de diciembre de 2011

Dos ríos diferentes.

"Cuando nos olvidamos de lo demás y aceptamos lo que somos, nuestro potencial no conoce límites. El futuro está lleno de promesas y el presente de expectativas. Es cuando denegamos nuestros instintos y lo que somos realmente que empieza la incertidumbre. ¿Dónde nos lleva esta senda? ¿Cuándo terminarán los cambios? ¿Es esta transformación un don o una maldición?. Y la pregunta más importante para todos aquellos que temen al futuro. ¿Podemos cambiar lo que somos?"

Este pequeño texto me llamo la atención esta mañana, y pese a estar basado en la ficción, no deja de ser una verdad sorprendente. A menudo pensamos, o tenemos la sensación de que las cosas no han cambiado demasiado con el paso de los años, a veces te puede invadir cierta ansiedad al ver que el tiempo pasa y los cambios no son rotundos y totales. ¿Pero realmente es cierto?

Ahora que miro hacia atrás, y hago balance de estos dos últimos años, la transformación propia y del entorno es total, los sentimientos han cambiado, las emociones, la forma de entender la vida y de relacionarse con otros. Todo ha cambiado. Vivo en el mismo sitio, hago las mismas cosas, pero soy diferente.

Todo está en constante movimiento, y nunca podremos bañarnos dos veces en el mismo, es verdad. ¿Pero realmente se puede cambiar por voluntad propia la forma de ser? ¿No está prediseñada por los genes y por el contexto? Es una gran pregunta, de difícil solución, como todas las grandes dudas.

No temo al futuro, pese a conocer con claridad que quizás en el transcurso de una semana puedes cambiar de forma brusca, cuando algo en tu interior se modifica porque es necesario que así sea. Lo único que podemos hacer es seguir progresando a través del tiempo y del espacio, a través de nuestra entorno más próximo para que cada vez que nos sumergimos de nuevo en el río de la vida, todo haya cambiado para mejor.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Amor-Odio.

La motivación siempre ha sido un factor básico en las conquistas que cada uno va realizando a lo largo de toda su vida, es algo innegable, pues cuando tenemos una motivación que no se desvanece con facilidad de nuestra mente, hasta los objetivos más difíciles de lograr, se consiguen.

De entre las motivaciones o fuentes de inspiración, está claro que a destacar de una forma general y quizás un poco asbtracta, existen dos: el amor y el odio.

Pero sin embargo, se da un hecho muy curioso.

Así como los extremos de dos puntos suelen encontrar características comunes o similitudes (como por ejemplo la extrema derecha con la extrema izquierda) entre el amor y el odio, que parecen cosas bien diferenciadas, realmente se dan esas similitudes, sobretodo porque ambas son fuentes de pura energía y motivación.

Y la pregunta del millón. ¿Prevalece amor u odio?

Sobre esa cuestión no existe una respuesta clara y concisa. Si buscamos y observamos con detenimiento en el transcurso de la historia, se han dado todo tipo de ejemplos sobre el poder de dichas fuentes. Aunque, sin ánimo de escepticismo súbito (si se puede mirar así) el odio ha prevalecido, y ha llevado a hacer cosas desastrosas y terribles, pero también a algunas brillantes.

Un ejemplo esclarecedor. Durante la Revolución Francesa, se predicaban valores tales como la libertad, la igualdad y la fraternidad, y sin embargo la carnicería fue tan espantosa que quedó marcado como uno de los capítulos más sangrientos de la historia, si bien fue un precio necesario por lo que se logro siglos después gracias a ello. En esta época, todos tenían sus propios motivos para apoyar o no el cambio, miedo (que es algo que al final siempre termina llevando al odio) esperanzas en el futuro, por conseguir cambiar las cosas, y otros, por ajustar cuentas y hacer algo de justicia sobre gente que altivamente siempre les miró por encima del hombro, marginándolos a la pobreza y a la desolación.

Es sencillo, el amor y el odio, tomando ambos términos como dos grupos de gran amplitud que incluyen otras vertientes posibles de emociones, son dos energías que pueden hacer cosas maravillosas o cosas terribles. Pero siempre habrá que tener cuidado en una cosa: los extremos, siempre se tocan, y si un día tienes en tu cabeza como fuente de inspiración el amor, debes cuidarte de que no se convierta en la otra fuente, porque es fácil.

Mi particular conclusión, es que debemos ser conscientes del valor que tienen ambas, aunque obviamente, si hubiera que elegir, la naturaleza humana (y para no dejar de ser políticamente correctos) se decantaría por el amor...¿O tal vez no? Si ponemos la televisión un día cualquiera y observamos todos, prevalece el odio en todo el mundo. Es un hecho insalvable y evidente.

¿El hombre es un lobo para el hombre? Parece que si.

Sea la que sea, vuestra motivación no debe decaer nunca, si está encaminada a un fin positivo y bueno, a veces hasta el odio es un camino. Sé que mucha gente no entenderá esto, porque no es lo que se espera oir, pero es la verdad. A veces puedes estar en una situación que te frustra, que despierta odio en ti, y te mueve a cambiarla, a progresar, y a ser mejor persona. Al igual que el amor a veces te hace ser capaz de cualquier cosa, tanto maravillosas, como horribles. Solamente debemos leer la prensa para ver estos casos en que un hombre mata a su pareja (o viceversa, que también sucede aunque no es usual) justificándose en: "la mate porque era mía" "si no era mía no sería de nadie" entre otras muchas frases dementes.

Dejemos a un lado los prejuicios y pensemos con claridad: los extremos, como el amor y el odio, se tocan, se difuminan, y se confunden. Es algo intrínseco en la naturaleza humana, pero solamente depende de nosotros mismos utilizar correctamente las fuentes para nuestros fines, y evitar ser consumidos por el poder y la energía de los dos extremos.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Hacia arriba.

Tras permanecer en un espacio de tiempo de reflexión, me he dado cuenta (por enésima vez) de que no puedes lamentarte por nada que ya haya sucedido, porque no sirve para nada. Hay cosas que una vez que tienen lugar no se pueden borrar o cambiar. A eso se le llama aceptar responsabilidades.

Y en ese sentido, solamente puedes mirar hacia arriba y subir, pulsar el botón hasta el último piso de esta torre, porque llegaste al -5, aunque ni te dieras cuenta.

Como es evidente, el transcurso de esa subida por este edificio es larga, y necesitaremos la ayuda de las mejores personas de las que seamos capaces de rodearnos para no hacer insufrible un ascenso duro y complicado, en el que hasta tú tendrás ganas de bajarte y salir, pero ellos, las personas de verdad, te apoyarán, no escaparán, y seguirás adelante. También habrá algunos esperando el momento para propiciar un nuevo descenso.

Este ascensor solamente tiene una dirección, hacia arriba, hacia el futuro, hacia la felicidad, cueste lo que cueste y por mucho que le pese a quien le pese, que por cierto son bastantes, diría yo. Deben ser como los cimientos del edificio: tristes bloques de cemento sobre las que asciendes hacia el infinito.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Reflexión sobre Los Pilares de la Tierra y un Mundo Sin Fin.

Ayer por la noche terminé de leer "Un Mundo Sin Fin" la segunda parte de "Los Pilares de la Tierra", cuyos hechos tienen lugar varios siglos después de los que acontecen en el primer libro.

Cuando empecé a leer la primera entrega de estas obras maestras, pensé que me resultaría cansino o algo pesado, y sin embargo, estaba completamente equivocado.

Los Pilares de la Tierra nos traen una épica historía en plena Edad Media cuyos carismáticos personajes como Tom, Jack, Aliena, William, etc, sumando las detalladas descripciones en lo relativo a la construcción de la Catedral de Kingsbridge y una trama con un final inesperado, lo convierten en el mejor libro que haya podido leer en toda mi vida, lo cual es algo a destacar, porque no he leído poco precísamente.

En la segunda entrega, Un Mundo Sin Fin, nos traslada doscientos años hacia delante, en la ciudad de Kingsbridge, y a la vida de los descendientes de los personajes de la primera entrega. En relación a los cambios que presenta con el primer libro, quizás aquí se dan menos descripciones sobre las estructuras mencionadas, aunque no muchas menos, y se dan ciertos parecidos en cuanto a los personajes, o más bien reminiscencias de los del anterior libro, sobretodo en lo relacionado a las luchas de poder.

No es ni por asomo una copia de la anterior entrega ni mucho menos, pues entran en juego algunos elementos propios del siglo XIV como la expansión de la Peste Negra asolando Europa, o las campañas en Francia del monarca inglés Eduardo III, así como la problemática derivada de las relaciones entre los personajes de la obra y el papel que tiene cada uno en la trama principal que se subdivide en otras líneas argumentales, pero siempre manteniendo una conexión clara.

En fin, no hay mucho que comentar puesto que no soy amante de los denominados "spoilers" así que os recomiendo leer estos dos libros magníficos de Ken Follet. Si tienen ocasión, no lo duden.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Tierra cero.

A veces es mejor para todos y para uno mismo luchar solo, sin interrupciones, sin ayuda, y sin que nadie sino tú, seas quien tome las pertinentes decisiones.

Los motivos que tenemos para llevar a cabo esa lucha cada uno de nosotros en este mundo, son únicos y especiales, es decir, no pueden ni deben ser sometidos a juicios de valor, dado que los sentimientos no tienen jurisdicción alguna; existen como tales, y ya está.

Tierra cero, cuando se derrumba por fin las paredes de tu cárcel y de tu agonía. Tierra cero, cuando a tu pesar ves que no puedes parar lo inevitable.
Y Tierra cero cuando dices que no importa la manera, solamente el resultado obtenido.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Aprovecha la oportunidad.

"A pesar de sus fanfarronadas, la triste realidad del hombre es que no puede escoger su triunfo. Solo puede escoger cómo se comportará cuando el destino llame a su puerta, con la esperanza de que tendrá el valor de abrirla cuando llegue"

No mires atrás, pues no te será útil. Tienes que avanzar y seguir adelante, hasta que llegue el momento en el que aparezca la oportunidad de demostrar tu valía. No debes sentirte ansioso, puesto que las cosas llegan a su debido tiempo.

Aunque quieras escapar ya, y debas esperar con desesperación por lograr lo que quieres, a veces la clave para seguir adelante radica en la pura obstinación. Para conseguir un objetivo costoso, debes ser como un ejército que sitia una ciudad inexpugnable, dispuesto a esperar hasta que llegue el momento de derribar las murallas.

Ese es el camino hacia el éxito. Aprovecha tu oportunidad, cuando esta se muestre al alcance de tu mano.