lunes, 5 de diciembre de 2011

Reflexión sobre Los Pilares de la Tierra y un Mundo Sin Fin.

Ayer por la noche terminé de leer "Un Mundo Sin Fin" la segunda parte de "Los Pilares de la Tierra", cuyos hechos tienen lugar varios siglos después de los que acontecen en el primer libro.

Cuando empecé a leer la primera entrega de estas obras maestras, pensé que me resultaría cansino o algo pesado, y sin embargo, estaba completamente equivocado.

Los Pilares de la Tierra nos traen una épica historía en plena Edad Media cuyos carismáticos personajes como Tom, Jack, Aliena, William, etc, sumando las detalladas descripciones en lo relativo a la construcción de la Catedral de Kingsbridge y una trama con un final inesperado, lo convierten en el mejor libro que haya podido leer en toda mi vida, lo cual es algo a destacar, porque no he leído poco precísamente.

En la segunda entrega, Un Mundo Sin Fin, nos traslada doscientos años hacia delante, en la ciudad de Kingsbridge, y a la vida de los descendientes de los personajes de la primera entrega. En relación a los cambios que presenta con el primer libro, quizás aquí se dan menos descripciones sobre las estructuras mencionadas, aunque no muchas menos, y se dan ciertos parecidos en cuanto a los personajes, o más bien reminiscencias de los del anterior libro, sobretodo en lo relacionado a las luchas de poder.

No es ni por asomo una copia de la anterior entrega ni mucho menos, pues entran en juego algunos elementos propios del siglo XIV como la expansión de la Peste Negra asolando Europa, o las campañas en Francia del monarca inglés Eduardo III, así como la problemática derivada de las relaciones entre los personajes de la obra y el papel que tiene cada uno en la trama principal que se subdivide en otras líneas argumentales, pero siempre manteniendo una conexión clara.

En fin, no hay mucho que comentar puesto que no soy amante de los denominados "spoilers" así que os recomiendo leer estos dos libros magníficos de Ken Follet. Si tienen ocasión, no lo duden.

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