jueves, 29 de septiembre de 2011

Tal vez en otros tiempos.

Ya sé que es una pregunta sin respuesta, o por lo menos yo no la he encontrado, pero, ¿por qué la gente es tan contradictoria? ¿Por qué cuando tienen un problema con uno mismo no te lo dicen a la cara y se esconden en frases con doble sentido, etc?

Tal vez, en otros tiempos, me comería la cabeza al respecto cada vez que una persona que aprecio hace un acto completamente irracional, o bien, se enfada contigo sin decirte el motivo. En otros tiempos, me hubiera importado.

A día de hoy, lo veo de la siguiente manera: si te pasa algo conmigo, procura decírmelo a la cara, no des rodeos y trata el problema de raíz, porque ya estoy bastante cansado de tener que lidiar una y otra vez con lo mismo.

No necesito entrar en detalles, cada cual sabe lo que hace y deja de hacer, porque a fin de cuentas, las palabras se las lleva el viento, así como las promesas, de modo que lo único que realmente es válido en esta vida son tus actos, y tus acciones.

Nadie tiene el status moral para juzgar las acciones de nadie, porque de hecho, nadie es perfecto, así que por favor, que cada uno se valore así mismo y se reserven sus posibles juicios de valor para ellos mismos, dado que podrían resultar tan culpables como a la persona que intentan juzgar.

¿Bien? Perfecto. ¿Mal? Exactamente lo mismo. En esta vida, nada permanece, todo se transforma, y las personas, cambian también. =)

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Aires diferentes.

Desde el domingo, me he dado cuenta de que han cosas que definitivamente, han cambiado.

Poquito, poquito a poco empiezas a darte el cuenta de que perdías el tiempo comiéndote la cabeza con tonterías sin sentido, preocupaciones vacías de importancia.

Ahora solamente me dedico a dejar que las cosas fluyan, sin forzar nada; lo que tenga que ser será, porque de todas maneras, en esta vida, nada es fijo, todo cambia y se transforma, y todo lo que empieza tiene un final, inevitable.

Suena a hedonista, pero sin llegar a esa filosofía tan radical, me quedaré a sus puertas, buscando el bienestar, la felicidad, y el éxito, centrándome en aquellas cosas que me hagan sentir bien, olvidando las malas.

Efectivamente, aires diferentes empiezan a cobrar fuerza. Aires de decidir lo que quieres para ti mismo sin importar lo que otros piensen al respecto.

A fin de cuentas, tu vida es tuya, nadie tiene derecho a entrometerse en ella sin permiso.

domingo, 25 de septiembre de 2011

New Born.

Y digo basta.

Se acabó el enfadarse inútilmente. No más problemas en mi mente, que solamente veo yo, como si gigantes en lugar de molinos estuviera observando.

Llega un momento en el que uno tiene que evolucionar y cambiar, porque como bien dice la frase, todo se trata en el fondo de "renovarse o morir" aunque no es su sentido estricto claro.

Es el momento de decir, hoy es el primer día del resto de tu vida. Y todo va a cambiar para siempre, porque así debe ser.

Frustraciones y problemas se estrellarán contra un muro impenetrable que jamás se doblegará ante lo irracional de la vida cotidiana y de la desidia de las personas.

Ahora, todo ha cambiado.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Indiferencia general.

Hoy es viernes.

Tendría que ser un día en el que sentirse aliviado por la llegada del fin de semana.

Pero, curiosamente no me lo parece. Tengo la impresión de que será tan gris y tedioso como lo son las nubes que cubren el cielo oscuro en este momento.

Aunque hay algo más. Me da lo mismo.

En la nueva fase de, aprender a resignarse, está la fase de la indiferencia. ¡Ha sucedido esto! Ahh, vale ¡Ha pasado lo otro!...¿Y qué? ¿De qué forma negativa voy a ser sorprendido? Por ninguna.

Todavía no es tarde, pero es un momento del día, con pesadez sobre mis párpados, y no es precísamente porque Hypnos haya esparcido su arena sobre ellos. Sobre mi cabeza recae el aburrimiento, lo previsible de los acontecimientos, y la carencia de colores vivos que me hagan olvidar este "no sueño" que tengo.

¿Y qué hacer? Nada. Dejarse llevar por los acontecimientos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Achilles Last Stand.

Hasta los héroes de la Antigüedad, no podían ganar siempre todas sus batallas.

Y como ellos, no siempre podemos ganar, por mucho que queramos a veces toca resignarse y aceptar que a veces ganar una parte, es mejor que no ganar nada, aunque en el fuero interno de tu ser arda la llama de la obstinación.

Una vez que se ha hecho lo que se ha podido, el resultado es, en cierto modo, indeferente, puesto que lo que debes mirar es todo lo que has hecho para la victoria, y valorar que no es poco, sino algo que muy pocos podrían hacer.

"Los días se pararon cuando tu y yo nos bañábamos en el eterno resplandor del verano"

Y ese resplandor, marchito ya, no es tan eterno como a veces parece ser. Tu mirada refleja el ardor del sol en un espejo oxidado de pasado y resignación, siempre desafiante.

El último esfuerzo de Aquiles.

A veces solamente queda la opción de aceptar tu destino, por mucho que te aferres a negarlo.

Nunca pierdas la llama desafiante de tus ojos, porque solamente aquellos conscientes de quienes son, y de lo que pueden hacer, escriben su nombre en las páginas de la historia.

lunes, 19 de septiembre de 2011

No perder el control.

Mañanas de prisa, de agobio, de correr de un lado para otro, aunque no hayas hecho nada para verte en esa situación, ahí está, y hay que afrontarla.

Lo importante de todo es no perder los nervios. Es difícil mantener la calma a veces, y hay que hacer un gran esfuerzo para no empezar a pegar alaridos de frustración.

La clave de todo está en resistir, como bien decía aquella famosa frase: "gana el que resiste"

Y en esta vida, realmente todo es resistir, soportar la rutina, resistir el tedio de clases impartidas por profesores sin vocación y sin carisma, escapar de la estupidez de otros conductores ineptos mientras vas por la autopista y en el carril de la izquierda se te ponen a 80 km/h.

A veces es imposible que algo de lo que te guardas cada día salga a flote sin que lo puedas controlar.

Pero lo mejor es para evitar eso, es volcar lo que llevas en escribir (cosa que ya hago) en hacer ejercicio físico, en todo lo que te sirva para expulsar de tu cuerpo todas las malas vibraciones que se te van acumulando en tu cabeza y que a última instancia se cargan tu buen humor y el querer ser positivo.

Escribir muchas veces no es suficiente... De modo que hay que buscarse algo más... ¿Un saco de boxeo tal vez?

jueves, 15 de septiembre de 2011

Odisea.

Uno tiene que tener claro siempre la naturaleza imprevisible de la vida.

A veces te crees que por tener todos los factores a tu favor, tras haber luchado con tesón y despúes de esfuerzos insufribles por conseguirlo, vas a tener por fin lo que te mereces.

Pero el destino, y el futuro tienen en su manga otro as, preparado para destruir tus planes nuevamente, y tengas que comenzar de nuevo desde el principio.

Pensando precísamente en como pueden llegar a complicarse los asuntos de uno mismo que en principio parecen ser simples, acabo de recordar la Odisea. El pobre Ulises, tras 10 años de guerra en Troya, se dispone volver a casa, con su esposa, a su reino, y sin embargo el destino y los dioses retrasan su vuelta a casa con cientos de pruebas, tormentos, e infortunios.

Tras pasar por todas las penalidades que refleja su historia, llega a su reino, solo para darse de bruces con la realidad: todo aquello que dejó atrás se había vuelto corrupto y solo le quedaban unos pocos leales, entre ellos, su fiel perro, que fue el único que lo reconoció.

¿Qué reflexión saco de este poema? La siguiente:
Aunque uno mismo, se esfuerce y luche por conseguir lo que más desea (en el caso de Ulises, volver a su hogar) el destino tiene sus propios planes, y aunque consigas doblegarlos, puede que no se cumpla lo que esperabas (su reino corrupto y su esposa asediada por pretendientes lascivos)
Lo que te puede hacer pensar que todos los sacrificios realizados, han sido en vano.

En nuestra propia vida, a veces vivimos una Odisea en toda su magnitud cuando luchamos sin cuartel por lograr lo que realmente queremos, y sin embargo, luego no se ve compensado, sino que todo lo contrario, hasta puedes encontrarte igual o peor que antes de empezarla.

"Cuidado con lo que deseas, porque puede cumplirse, pero no como tu pensaste que sería."

miércoles, 14 de septiembre de 2011

6 palabras.

6 palabras.


Aunque a veces puedes sentir que las circunstancias te empujan hacia el desastre, que algunos tratan de hacerte creer que tus problemas se deben a ti mismo, y de que estás solo por tus propias decisiones, recuerda tres cosas.


En primer lugar, las circunstancias nunca deben hacerte rendirte, cuando deseas que algo se cumpla, cuando deseas ganar de verdad, y te esfuerzas, lo terminas logrando, la voluntad para ello depende de uno mismo únicamente.



En segundo lugar, cuando traten de hacerte ver que los problemas que giran a tú alrededor los provocas tú mismo, piensa en lo siguiente: ¿qué se supone que aporta el que te lo dices para resolverlos? ¿De qué forma has demostrado alguna vez lealtad a gente que ha hecho más por ti que los demás? Nunca os olvidéis, de que la ingratitud, y la deslealtad son intrínsecas en el ser humano, y solamente unos pocos consiguen eliminarla de su espíritu, mientras que otros se mueven solamente por el contexto del interés.


En tercer lugar, muy sencillo. Mejor sólo que mal acompañado. A veces es mucho más conveniente para uno mismo estar completamente solo y en paz que verse rodeado por gente que en el fondo te desprecia y te envidia, e incluso tratan de dominarte, de convertirte en un alfeñique, en un pelele, y de adueñarse del contexto de tu vida para hacértela más difícil.


Así que ante todo, aunque te intenten hacer daño, aunque las personas que quieres estén demasiado lejos como para ayudarte, y aunque traten de convertirte en el malo de película, hay que tener clara una premisa básica que se define en 6 palabras.


“Nunca dejes de ser tu mismo.”


¡El tiempo pone a cada uno en su sitio, solamente es
cuestión de tiempo!



lunes, 12 de septiembre de 2011

Comentario sobre Inside Job.

Ayer tuve ocasión de ver un documental que hacía ya tiempo quería ver, y que me fue recomendado en varias ocasiones.

Y que sorpresa me llevé, cuando comprendí, al terminar de visionarlo, la cantidad de datos y de información que ignoraba era tremenda, y por decirlo de una forma más metafórica, solamente conocía la punta del iceberg, en lo relacionado con la actual crisis económica.

Siempre he tenido bastante claro que la situación a la que ha llegado el panorama global, no se ha gestado en pocos años, sino que es fruto de la desidia y de la ambición de unos pocos, los mercados, las grandes compañías financieras, las que, con ayuda de la desregularización de los mercados por parte de gobiernos comprados y de rodillas ante el poder económico, causaron la destrucción de millones de puestos de trabajo, miles de personas quedaron bajo el umbral de la pobreza, y muchos países al borde del desastre.

¿Pero qué ha sido de los responsables? ¿Qué ha sido de los altos cargos de Lehman Brothers, AIG, o Merry Lynch? ¿Qué ha sido de la responsabilidad de las agencias de calificación Moody's o Fitch, que a día de hoy siguen destruyendo países y sembrando el terror en los mercados?

Por desgracia para nosotros, siguen ahí fuera, a salvo de cualquier acción de la justicia, y lo peor de todo, es que no parece que nadie vaya a llevarlos ante los tribunales, cuando el que menos, se ha llevado a través de sus negocios de especulación y fraude, millones de dólares, o bien en base a bonificaciones.

Los culpables, han sido como de costumbre, los banqueros, y en segundo lugar, los políticos, y gente como Frederic Mishkin, Larry Summers, Alan Greenspan, etc, etc. Simplemente no es concebible que estas personas no solamente no han sido juzgadas, sino que se sientan en puestos de gobierno todavía.

Me ha encantado. Un documental tan detallado en todos sus aspectos (datos, cifras, testimonios, etc) que no puede pasar desapercibido. Se los recomiendo a todos, es necesario que lo veáis.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Lección aprendida.

Tal y como pensaba, los pronósticos se han cumplido.

Y en realidad sienta bien cuando te das cuenta de que no es oro todo lo que reluce a tu alrededor, por no decir más.

Ayer se consumó por fin, la lección que necesitaba aprender, la vuelta de tuerca que me hacía falta para que las cosas empezaran a cambiar. Es así cuando ante tus ojos el destino te coloca una imagen que representa el fruto de tu ignorancia e ingenuidad con respecto a los demás. Te has dejado manipular y los resultados se te muestran en tu cara, de bruces.

Bien, lección aprendida.

Mañana es lunes, y vuelven a empezar las clases, la presión volverá como de costumbre, en uno de los contextos más complicados con los que me he tenido que enfrentar desde hacía tiempo. Pero igual que otras veces, he superado cosas peores, de modo que por muchas zancadillas que me intenten poner algunos, no caeré jamás.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Sobre la lealtad.

"El hombre que te sigue, estará siempre a tu espalda, no lo olvides"

Interesante frase, y digna de reflexión.

De toda la vida he sido una persona desconfiada, de esas que se cuestionan cualquier acción propia o ajena buscando el motivo subyacente. Y es que esto podría verse más bien como un defecto, si se tiene en cuenta que la gente a la que le cuesta confiar en los demás, también es más proclive a verse un tanto aislada.

Sin embargo, la experiencia muchas veces te da la razón y realza tu planteamiento. Y es que cuando uno por bondad de espíritu cede terreno en pro de la amistad, corre un alto riesgo de verse traicionado por aquel amigo que defiende su espalda. De modo que uno debe tener 100 ojos observando atentamente cualquier atisbo de falsedad.

También, siempre he sido de las personas que ha pecado de ingenuo mil veces, como es la naturaleza humana confiar en sus congéneres (o al menos de algunos)

Pero tened en cuenta algo. Ante las circunstancias adversas, o cuando la situación les exija a los que te rodean que muestren su lealtad, con la que tu siempre les has respondido, la mayoría te darán la espalda (o se colgarán de ella con cuchillo en mano) y solo los justos para contar con los dedos de una mano se mantendrán firmes, aquellos que fuerzas contrarias a uno mismo no han logrado manipular. Lo difícil es discernir.

De modo que la forma más fiable es haciendo una valoración en base a la intuición y a vuestra experiencia propia.

Mi consejo de hoy: tened cuidado siempre con aquel que llevéis a vuestra espalda, porque nunca se sabe cuando podría ser un amigo o una simple velets a merced de vientos cambiantes viciados de impúdica malicia.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Querer es poder.

No importan los obstáculos, cuando se tiene la determinación de conseguir algo, si realmente te esfuerzas lo tienes que lograr.

Pero a veces no se puede ganar siempre.

Y es problemático. Hay personas que no se adaptan al fracaso, simplemente porque no entra en sus planes. Es gente que sufre muchísimo más que los demás pequeños contratiempos sin importancia que se transforman en terribles calamidades.

Cuando no se logra, tras intentarlo una y otra vez, comienzan a aparecer los primeros síntomas de resignación, pero a su vez, la tendencia a la ofuscación aumenta, de modo que se olvida el motivo porque el que lucha, y solo importa ganar, y nada más, de cualquier forma.

Al final, puedes obsesionarte con un problema que no eres capaz de resolver, y que has intentado superar mil veces sin éxito.

¿Qué hacer? ¿Resignarse? ¿Rendirse ante las circunstancias?

Nunca. Hay que seguir. Porque la gente que no se rinde nunca, es la gente que puede cambiar el mundo, los que pueden cambiarlo todo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Arrepentirse no sirve de nada.

Con el paso del tiempo y a medida que uno va adquiriendo experiencia, uno se va dando cuenta de que cuando se toman decisiones, hay que apechugar con ellas, y que aunque te hayas equivocado, eso da lo mismo.
¿Y eso por qué? Porque de nada sirve arrepentirse de los errores y actos pasados, que ya no son modificables, así que, ¿por qué molestarse en pensar en que podías haber hecho o no?
Lo que debe hacer uno es sacar jugo a todas sus experiencias, ya sean malas o buenas, para evitar en la medida de la posible tropezar dos veces con la misma piedra (aunque en realidad, es inevitable que esto no suceda, es la naturaleza humana)
Por eso, pensar en lo que pudiste haber hecho, o pensar en que harás en un futuro no tiene sentido, solamente sirve para perder el tiempo con respuestas que te serán respondidas.
Lo mejor que puedes hacer es seguir tu instinto, mirar en tu interior para saber que deseas e ir a por ello, sin importar el fracaso o el éxito, pues al final, el espíritu ganador es aquel que no se rinde en las derrotas, sino que se fortalece, así como su ímpetu se inflama para continuar avanzando por tu senda.
No dejes nunca que decidan por ti, porque a última instancia, tus decisiones te permitirán ser feliz o no.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Incompetencia suprema: ULL.

Para mi desgracia, no es la primera vez que tengo problemas con la gestión de servicios de esta Universidad de las peores valoradas del Estado (y además con toda la razón del mundo) Hoy he tenido otro nuevo capítulo.

Un día de mediados de agosto realicé la famosa automatrícula, la cual supone un mecanismo efectivo, en teoría para facilitar todo el trámite burocrático de matriculación para el nuevo curso. Bien, pues no solamente, tuve problemas en el proceso que tuve que repetir dos veces por error de la web, sino que además, debido a inexperiencia en esta forma de matriculación, y a la DESINFORMACIÓN, incluí por error tres asignaturas que todavía tengo convocatoria por usar, lo que aumentaba el importe de la matrícula a la cantidad de 1200 euros (gracias a Dios que es la Universidad Pública ¿no?) y si a eso le sumamos que nunca se me concedió una beca, ni tan siquiera una mísera beca para el transporte, pues ya se lo podrán imaginar. Desastre total.

No son tiempos fáciles para nadie.

Por si fuera poco, no pude guardar el comprobante de la carta de pago por un error informático, de modo que el problema es doble, carta de pago errónea, y sin comprobante.

¿Qué opciones había? Intentar contactar con el servicio de correo electrónico. Vale, lo hice. Al par de días me responden un correo remitiéndose a la página de preguntas frecuentes que no sirivió para nada (decía que se podía modificar las primeras 24 horas vía web, magnífico)
Tampoco había que incluir las asignaturas que tenía todavía convocatoria pendiente. (Que conste que nunca había hecho la automatrícula, de modo que no lo sabía, ni podía saberlo)

¿Por qué no me envías la carta de pago? ¿Por qué no respondes con claridad a preguntas concretas y exactas?

Llamo a la secretaría, primer número disponible que veo en la web, nada, no atiende nadie. Segundo intento, nada, lo mismo. ¿Esto es un servicio serio? ¿A ustedes les parece que una Universidad Pública tenga un nivel de incompetencia e ineptitud tan abismal que no puedan responderte correctamente un correo, o tengas que desplazarte hasta La Laguna (con el consiguiente gasto de gasolina, sobretodo para los que vivimos lejos) para solucionar el trámite, tras horas esperando y que te manden para otro día?

No es justo, yo no pago para que se burlen de mi en mis narices.

Quiero pensar que esto será solucionado, porque ya está bien, no soy el único que protesta contra la mala gestión de la Universidad de La Laguna (en especial la Facultad de Derecho) pero si de los pocos que materializa sus palabras así.

¡Cuidado navengantes, cuidado con las automatrículas engañosas y la enquistada burocracia de la Universidad pública española!

No hay término medio.

Es así, a veces por mucho que intentes buscar lo contrario solamente queda la opción radical, no te es posible elegir otra opción porque ya lo han decidido por ti.

No es la primera vez que sucede, ni probablemente será la última, pero, ¿qué mas da? cada uno tiene que aceptar la responsabilidad de sus actos, de la forma que le vengan, lo importante es ser capaz de afrontarlos y seguir adelante.

Y supongo que es mejor un corte radical que uno a medias tintas, simplemente, no es la opción más suave, pero quizás si es la más efectiva. El tiempo dirá.

Los buenos momentos siempre estarán en mi cabeza, como siempre he hecho, incorruptos pese a los acontecimientos futuros que intentarán destruirlos con toda seguridad.