domingo, 11 de septiembre de 2011

Lección aprendida.

Tal y como pensaba, los pronósticos se han cumplido.

Y en realidad sienta bien cuando te das cuenta de que no es oro todo lo que reluce a tu alrededor, por no decir más.

Ayer se consumó por fin, la lección que necesitaba aprender, la vuelta de tuerca que me hacía falta para que las cosas empezaran a cambiar. Es así cuando ante tus ojos el destino te coloca una imagen que representa el fruto de tu ignorancia e ingenuidad con respecto a los demás. Te has dejado manipular y los resultados se te muestran en tu cara, de bruces.

Bien, lección aprendida.

Mañana es lunes, y vuelven a empezar las clases, la presión volverá como de costumbre, en uno de los contextos más complicados con los que me he tenido que enfrentar desde hacía tiempo. Pero igual que otras veces, he superado cosas peores, de modo que por muchas zancadillas que me intenten poner algunos, no caeré jamás.

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