sábado, 28 de diciembre de 2013

No more half measures.

2013 ha sido un año diferente.

Comenzó desde el primer día con nuevas ilusiones, que con el paso del tiempo fueron apagándose ante la sombra de la duda, la indecisión y en algunos momentos la pereza o el mero conformismo.

Quizás ha sido un año donde el tiempo se me ha escapado de las manos en todos los sentidos, sin darme cuenta de ello. Tiempo perdido, pero experiencias ganadas; las que siempre se quedan en tu cabeza grabadas.

En el ámbito musical que es a lo que me dedico además de los estudios, tal vez no haya sido tan rico y productivo como esperaba que fuera, porque es difícil luchar contra circunstancias sobrevenidas. Una vez más el tiempo se marchó deprisa. El año que viene puede que sea el momento de decidirse en muchos aspectos, y la música no es ajena a esto.

Este nuevo año lo recibo con muchos objetivos a lograr y algún otro sueño por cumplir, pero lo fundamental está en no caer en los errores ya cometidos. Citando al gran Mike Ehrmantraut (personaje de Breaking Bad, serie que me ha marcado) "se acabaron las medias tintas".

Y su significado no es otro que el de seguir luchando por aprovechar cada momento sin pararse a dudar demasiado, el tiempo no espera por nadie, e intentaré no perderlo más de lo necesario.

Hasta aquí llega mi reflexión personal de este año que se acaba. Muchas felicidades y suerte para todos en este 2014 tan próximo y recordad:

The best is yet to come!

domingo, 3 de noviembre de 2013

Voluntades.

En ocasiones, no es suficiente querer para poder.

La voluntad, que siempre viene a ser el mecanismo básico para conseguir cualquier cosa en nuestra vida, puede bastar para casi todo. Al final, el famoso "quien la sigue la consigue" aunque se carezca de los medios, puede plasmarse de verdad.

Pero no es suficiente en otro momentos o circunstancias.

No siempre va a depender de nosotros lograr lo que queremos. Supeditarse a la voluntad o deseo ajeno es inevitable en ocasiones para bien y para mal, y está claro que por mucho ánimo que se le eche a un proyecto, o una idea, o sencillamente a una relación de cualquier tipo, no marchará por la sencilla e inequívoca regla de "dos no están si uno no quiere". Aplicación múltiple para una cantidad innumerable de situaciones.

Pero al margen de esto, pienso que no debemos obcecarnos en estrellarnos contra una puerta que no sabemos si se abrirá, porque es posible que no sea la correcta.

Soy muy propenso a realizar analogías o símiles a la hora de escribir, y en esta ocasión, finalizo esta entrada con esta de carácter futbolístico:

"Lo importante no es fallar goles, lo que importa es ser capaz de generar oportunidades, porque al final tarde o temprano, marcarás".

Muchas gracias.

martes, 10 de septiembre de 2013

Una nueva etapa.

Ya va siendo hora de desempolvar este viejo blog mío en el que tantas horas he invertido exponiendo mi pensar y mi sentir.

Vuelve el mes de septiembre, y han cambiado tantas cosas... Ha sido un verano extraño, que se ha marchado sin apenas percatarme de ello. Buenos momentos, malos momentos, algunas decepciones y bastantes alegrías.

El tiempo y las experiencias, sin importar su carácter positivo o negativo, te hacen crecer como persona, y no he perdido la ocasión de seguir haciéndolo.

Vivir "sólo" te da mucho tiempo para pensar y para reflexionar, y si hay algo en claro que he podido sacar, es que cuando algo no sale natural, no debe forzarse. Aunque duela, aunque la abnegación te carcoma por dentro, es preferible a estrellarse una y otra vez contra un muro sencillamente inexpugnable. La vida es demasiado corta, y no la valoramos tanto como deberíamos.

Se te escapó ese tren... ¿y qué más da? ¿Merece la pena correr detrás de uno que no podrás alcanzar jamás, o esperamos a que llegue el próximo? Porque está claro: siempre llegarán más. Algunos no tendrán mucho que recorrer ni mucho paisaje que mostrar, pero puede que en algún lugar, esté esperando ese que te lleve al mejor de los destinos posibles: la felicidad.

Empieza una nueva etapa en mi vida. Una nueva vida tal vez, en muchos sentidos, y aquí seguiré esperando, creciendo como persona cada día y aprendiendo de los miles de errores que cometa cada día.

Y esta es mi reflexión: no perdáis el tiempo inútilmente. Muchas gracias.

lunes, 15 de julio de 2013

Desierto (I)

"Una extensión en apariencia infinita se extendía ante sus ojos.

Tenía la seguridad de que se trataba de un efecto óptico, provocado por el intenso calor, pero casi se le hacía imposible discernir el horizonte.

Estaba sólo. 

Su única compañía era el sol abrasador que le castigaba desde las alturas, sin posibilidad de resguardarse frente a tal implacable enemigo. No recordaba en qué momento había acabado en aquel páramo solitario y feroz, perdido y a merced del destino, una vez más. 

Sin duda, debía existir un motivo que explicara su situación. Cuando despertó en aquel lugar, no recordaba nada, ni tan siquiera su nombre. ¿Le habrían abandonado a su suerte en este lugar? ¿O tal vez había decidido partir por su propia voluntad a un exilio perpetuo? Intentó hacer memoria, pero no le fue posible.

Extrajo de su pantalón una cartera con escaso contenido y de improbable utilidad, del cual, lo que más le llamó la atención fueron unas fotografías. Pese al desgaste sufrido por el paso del tiempo, las imágenes eran lo suficientemente nítidas. Al cabo de unos segundos, los rostros que allí aparecían evocaron sentimientos pasados, que no terminaba de comprender.
Se encontró sentado en la arena bajo el sol abrasador, preguntándose si aquellas fotografías serían los últimos recuerdos de otras personas que tendría antes de que su vida llegase a su fin. Un fin que presentía cercano.

No sabía porque, pero una sensación de tranquilidad le había invadido. Se acomodó en una duna y poco a poco un plácido sueño se apoderó de él. Sabía que se iría sólo de este mundo, tal y como llegó el día en el que nació. No tenía importancia. Siempre estuvo hecho para la soledad, y no le sorprendía acabar así su historia. Su último pensamiento fue el rostro de una mujer que aparecía en sus fotos, dejándose llevar por el sueño con una efímera sonrisa en los labios. 

Soñaba con que contemplaba el mar en el paseo marítimo des su cuidad natal. A lo lejos, una mujer joven le saludaba y lo llamaba por su nombre. No llegó escuchar su voz, ni a distinguir su cara, salvo su sonrisa. De pronto, una ola rompió frente al lugar en el que se encontraba, bañando su cuerpo de agua salada. Alzó los brazos y cerrando los ojos, aguardó a la siguiente para dejarse mojar por aquel mar lleno de vida.

Despertó tal como en su sueño, empapado por agua.

Sin embargo, no era agua salada.

El sol se ocultaba tras nubes de tormenta, que descargaban lluvia y truenos sobre aquel páramo extraño. Se preguntó si alguna vez habría llovido allí, en medio de ninguna parte. Había ocurrido un milagro. Siempre había sido escéptico, como también lo era en aquello, pero esta vez su escepticismo desapareció. Pronto, sus lágrimas se entremezclaron con las de llovían desde lo más alto. Tenía otra oportunidad para seguir adelante. 

Y así lo hizo. Con energías renovadas, llenó su cantimplora, disfrutó de aquel regalo divino que caía sobre el desierto y empezó a caminar, sin saber hacia donde exactamente, guiándose únicamente por su corazón." 






lunes, 8 de julio de 2013

Escapar, o no escapar.

"Cuando la noche se apagó, seguía sin entenderlo.

Durante muchos años había imaginado el transcurso de una vida sencilla en lugar donde nació. La felicidad basada en la sencillez junto a las personas importantes.

Pero como ya se sabe, los planes se deshacen como la arena entre nuestros dedos antes de lo que imaginamos.

Ahora, sólo deseaba escapar.

A medida que avanzaba hacia su hogar, menos sentía que estaba en el lugar apropiado. Tal vez la tortilla se hubiera dado la vuelta demasiadas veces.

No encontraba ese confort y esa calidez vital imaginadas en los tiempos en los que todavía ignoraba la naturaleza real del mundo. No encontraba con quien enfrentarse a sus temores. Alguien con quien escapar. O tal vez si. No había manera de saberlo en aquel momento.

Se detuvo frente a las proximidades de un puente que atravesaba lo que antaño era un pequeño riachuelo que se volvía caudaloso durante el invierno. Extrajo de su funda una veterana guitarra, se encaramó a la valla que evitaba una caída de altura considerable. Tocar le ayudaba a pensar.

Arrancó varios arpegios del instrumento mientras el amanecer se cernía sobre él. Aquel ser solitario se había aficionado a contemplar la salida del sol.

Había tomado una nueva decisión. No era un mal comienzo."

miércoles, 3 de julio de 2013

Aguardando el momento.

"Una fría brisa se filtraba a través de la ventana del salón principal del torreón. El miraba a los invitados sin prestar atención, pero en el fondo no dejaba de pensar en cuando llegaría el momento.

El rey se consideraba así mismo un hombre justo y ecuánime, que trataba de mantener el difícil equilibrio entre sus súbditos y aliados a cada momento. Sin embargo, pese a sus esfuerzos, sabía de buena mano que le deseaban el mal. Lo que más le molestaba era que no hallaba motivación alguna para ello.

En su mente la respuesta parecía cobrar forma: la envidia, o mejor dicho, una mezcla de envidia y admiración. Deseaban los logros conseguidos; tener el poder de decisión que tenía, así como sus éxitos. Intentaban arrebatarle incluso a sus ex-amantes en secreto, como si con ello estuvieran más cerca de su posición o de hacerle daño. Detestaban tener que estar al cobijo de su sombra para que pudieran sentirse importantes y tener opciones a conseguir otros privilegios.

No era un monarca estúpido o inocente. Sabía de historias de vasallos traidores que habían asesinado o usurpado el trono de sus señores. Algunos se atrevían a intentarlo hasta durante una cena. Ansiaban usurpar tronos que se habían ganado con trabajo y esfuerzo, no por herencia.

Tras su sonrisa sentado en la mesa, se ocultaba la rabia, la decepción, y el pesar por no entender de donde surgía aquella envidia absurda que con sus regalos y gestos había intentado convertir en una lealtad sincera.
"-¿Qué pensáis hacer ahora majestad? Siento no haberos avisado antes... Pensaba que no tendríais fe en mis palabras-, le preguntó su confidente. -Esperar el momento adecuado, y tener la seguridad de quienes me son leales. Después me ocuparé del resto. -.

Bajo su apariencia regia y pulcra, el monarca aguardaba el momento de corregir esas ofensas. La paciencia y el tiempo suelen dar buenos frutos... Y estaba seguro de que así sería."

lunes, 1 de julio de 2013

Hacía demasiado calor.

"Tal vez, ya hacía demasiado calor como para pensárselo.

Puede que también hubiera algo más. Puede que el paso del tiempo calmase las preocupaciones que en otras épocas cargaban su mente. Preocupaciones vacuas.

Nos gusta pensar que hay que ser valientes siempre, el que arriesga no gana y todo eso. Pero está claro que no es lo mismo hablar sobre una canción que cantarla. Puede que ya fuera el momento de dar un paso al frente. Había que correr hacia delante por fin. Era un buen momento para dejarse llevar.

Cuando ya está sucediendo, no puedes pararlo. No debes pararlo. ¿Acaso hay algo mejor que lo que surge por un impulso? ¿Acaso hay algo mejor que la sensación de nace de la adrenalina?

No pensaba. No era necesario.

Hacía demasiado calor como para eso.

El amanecer le saludaba con timidez. No así el calor, que lo perseguía desde que aquel momento en el que se dejó llevar por el instinto, por su intuición. Dedicó una mirada a lo poco que quedaba del cielo nocturno que tanto había presenciado.

Su último pensar antes de que el sueño se adueñara de él fue en la luz oscura de aquello ojos, y una sonrisa que se perdía efímera en su mente.

Ya no tenía miedo. Se había esfumado. Su incertidumbre se había acabado. Ye había perdido mucho tiempo en eso.

Hace demasiado calor, y no iba a perder ni un segundo más."

martes, 14 de mayo de 2013

Aquí no podemos hacerlo.

Tras la racha de escasez de motivación para escribir en los últimos tiempos, hoy intento retomarlo, aunque sea un vago intento.

A día de hoy, mirar las noticias o la televisión en general, es casi siempre fuente de indignación, pena, y hasta vergüenza, especialmente para los oriundos de este país nuestro, que tan bajo ha caído en los últimos tiempos con la desazón e inutilidad de "clases" gobernantes corruptas.

Hablo de "clases", entendiendo que estos que nos gobiernan, que son en su mayoría individuos que consideran la política una forma de vida y no una forma de contribuir a mejorar la sociedad y lo que nos rodea, se consideran a sí mismos una clase superior, para la cual, la justicia ni las leyes funcionan de la misma manera que para los ciudadanos de a pie, como nosotros.

Poco puedo decir ya que no se haya visto de los últimos asuntos de actualidad como Bárcenas, Urdangarín, la Infanta, la decadencia de la monarquía, y la ruina de este país, traducida en el personaje de Rajoy, su gobierno de incompetentes e ineptos y la sumisión incondicional del mismo a las reglas neoliberales que desde su sillón "imperial" Angela Merkel dicta para toda Europa.

El gobierno de este señor que sale en una pantalla de plasma para evitar las preguntas de la prensa, cumple obedientemente las órdenes que recibe, y a su vez, aprovechando la mayoría absoluta, que en su "sabiduría" y como castigo al anterior ejecutivo socialista, el pueblo español les otorgó aquel 20 de noviembre de 2011, arrasan con los progresos sociales conseguidos por aquellos, otorgan amnistías fiscales para que otros puedan lavar su dinero impunemente, y alcanzan la insospechada e histórica cifra de 6.200.000 parados. Bien hecho Mariano.

Para una persona de mi edad, el panorama no podría ser más negro.

Esta mañana, coincidiendo con una canción que me gusta mucho de los Rodríguez se me ocurrió materializar esto que sentía, esta frustración ante una situación de la que nosotros los jóvenes no somos culpables por mucho que a algunos se les llene la boca predicando la falta de valores de las generaciones actuales. Visto el panorama ¿alguien duda de qué opciones quedan para nosotros?.

Aquí no podemos hacerlo, ni salir adelante, ni trabajar, y ya dentro de poco ni estudiar. Lo harán los que tengan la posibilidad económica o pertenezcan a la "clase alta", así como acudir a un hospital.

Sueño con que un día me despierto y veo un país diferente, donde el talento no tenga que huir y exiliarse ante el dominio impertérrito de los mediocres gobernantes que han hecho añicos todo lo bueno que trajo las energías renovadas de la democracia hace tantos años, que no han sido tantos en definitiva. Cuando abro los ojos, vuelvo a descubrir que los sueños, sueños son.

Así que como otros miles, soñaré con encontrar el futuro en un lugar donde el progreso sea posible y donde podamos dedicarnos a ejercer para aquello para lo que nos hemos preparado este tiempo.

Está más claro cada día, que aquí no podemos hacerlo.

lunes, 15 de abril de 2013

La paja en el ojo ajeno.

Equivocarse es algo de lo más común, pero el asombroso don de juzgar a los demás y no fallar nunca lo tienen solamente unos pocos...¿O tal vez no?

A todos nos molestan los errores, cosa que se entiende perfectamente. Hay personas que se sienten mucho peor con sus propios fallos (como es mi caso, dicho sea de paso) pero lo fácil es criticar el trabajo ajeno, aunque sea por medio de argumentos un tanto carentes de coherencia. 

Jesucristo no se equivocaba cuando dijo lo de "la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio" porque suele suceder que, precisamente los propensos a enjuiciar los actos de los demás, son los que más dejan que desear a la hora de la verdad, cuando hay que demostrar la valía de cada uno.

Muchos sabrán que soy un gran aficionado al deporte, y en concreto al fútbol, por eso utilizaré este símil. Jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo o Messi, pueden cometer errores, pueden tener malos partidos, pero por lo general, siempre son los que marcan la diferencia, los que con su técnica y sus goles hacen rugir estadios enteros, olvidándose de que a veces el resto del equipo haya jugado mal. Dicho de otro modo, aunque el equipo pierda, siempre dejan destellos de lo que saben hacer.

Esos destellos de calidad que resaltan, hacen olvidar minucias o fallos generales, porque para eso son el foco de atención. ¡Y qué decir tienen cuando también hacen papel de organizadores/asistentes! Es lo que se dice echarse el equipo a la espalda, y es lo que la gente realmente valora. Y así ocurre en la vida real, en tu trabajo, y también, encima de un escenario.

Por eso, no basta con ir "andando sobre el terreno de juego" hacer "filigranas" inútiles o como diría Cruyff, ir por ahí como "pollos sin cabeza". Pues igual. Aparentar no es suficiente. Lo que vale es dar un paso al frente y aunque cometas errores, dar la cara y levantar a la gente en aplausos cuando haces bien tu función.

Y es que lo que importa no es que a veces se te vaya un balón al quinto anfiteatro, sino que termines marcando el gol de la victoria. Una vez que haces eso, los que llevan la viga pueden decir misa, que todos saben quien ha salvado la noche, para variar.

¡Gracias! :)

lunes, 8 de abril de 2013

Sentirse vivo en la música.

Este fin de semana ha sido una gran experiencia a nivel personal y como músico, por lo genial que han sido los conciertos. Me gustaría comentar un poco lo mejor de cada una, y el motivo por el que dedico una entrada del Blog.

El sábado, Zoocovers, grupo de versiones formado por los miembros de Estación Zoo, nos desplazamos hasta Los Realejos para actuar en el Café Lounge Pcan. Tras la prueba de sonido, ya tenía el palpito de que iba a ser una actuación diferente.

Así fue. Hay noches en las que los conciertos tienen inicios complicados. Una serie de problemas técnicos pusieron algunas trabas a una mejor ejecución musical durante las primeras canciones del primer pase. Cosas que pasan, ya que así es el mundo del directo. No por ello nos vimos afectados, ni mucho menos. Entramos con energía al segundo pase, conectando con el público entregado con nuestro repertorio de versiones. Hasta tal punto llegó esa comunión con nuestro espectadores, que costó bajar del escenario ante peticiones de nuevos temas (incluso algunos temas propios de la banda!) Me quedó con nuestra capacidad de superación de las dificultades técnicas para conseguir dar lo mejor de nosotros mismos y hacer disfrutar a la gente que nos escuchaba de un buen espectáculo, dinámico y ameno.

Si ya de por si fue un digno concierto para el recuerdo este, el domingo partí hacia el norte de la isla junto al vocalista Sergio Medin (ZooLo2), y junto a nuestros amigos Sistah Vibes & Magek Selectah para tocar en la asociación cultural El Risco.

En este caso, el dúo acústico tocó versiones de clásicos en español y en inglés, en un ambiente siempre marcado por la participación directa e improvisada del público a través de la percusión, etc. También hubo lugar para colaboraciones de varios artistas de la isla que se encontraban por la zona. Buena comida, buen público, y buena música para darle al domingo otro color diferente. Cuando las cosas fluyen, todo parece salir bien, con naturalidad...Hasta el punto de acompañar con la guitarra en algunos temas de nuestra "selectah" sección de Dj's, o surgir espontáneamente un karaoke para mayor diversión y espectáculo.

Sinceramente, me quedo también para el recuerdo con este concierto como uno de los que más he disfrutado nunca.

La conclusión a la que quiero llegar, es que ser músico entraña muchas dificultades, a veces decepciones, muchas veces no cobras ni cobrarás lo mínimo que debería remunerar el trabajo de tantas horas y días dedicados, pero cuando subes al escenario, y ves que la gente disfruta con la que haces...Es una sensación que no tiene precio. Por eso, sigo apostando por la música, por el trabajar día a día para ser mejor y seguir buscando ese nexo de unión con la gente y la música que hacemos.

Seguiré apostando por sentirme vivo en la música.

¡Gracias!

martes, 19 de marzo de 2013

Naturalmente.

A día de hoy, es evidente que las apariencias lo significan todo.

No hay más que echar un vistazo a por ejemplo, la televisión, para darnos cuenta de hasta que punto ha llegado este fenómeno. ¿MHyV? ¿Ese es el valor de los jóvenes y de las jóvenes? Mucho cuerpo cargado de winstrol, muchas cejas depiladas, muchas faldas cortas, y muy pocos cerebros. Es así. Si algo es ridículamente forzado, siempre dejarán al descubierto los fallos, tarde o temprano.

Como de costumbre, suelo extrapolar a la vida cotidiana este tipo de hechos, y así es que sucede lo mismo, aunque tal vez desde perspectivas diferentes en cada caso. Cuando ves a dos personas que mantienen una relación que hace aguas por todos lados y no entra en la cabeza de nadie el motivo de porqué sigue a flote, suele ocurrir que sea cuestión de apariencia, el miedo a la burla, o al que dirán, o sencillamente, el miedo a estar sólo. Lo he visto muchas veces, de sobra para permitirme ser tan tajante al respecto, aunque siempre puede haber una concurrencia de motivos.

Y mi pregunta al respecto: ¿realmente, sirve de algo forzar algo que no funciona? ¿Para qué? Forzar algo que no funciona es como tratar de insuflar oxígeno a unos pulmones que ya no funcionan, ni lo harán más. Cuando se llega a ese punto, se puede mantener artificialmente una relación, por interés, o por lo mencionado anteriormente, pero no es una relación "viva".

Soy de los que piensa que la vida es una oportunidad única, de la que debemos sacar provecho al máximo, y no desperdiciarla enfangados en la tristeza, la monotonía o la frustración sentimental. A veces es mejor dejarlo estar, como bien dijeron Los Beatles en su momento, y seguir otro camino, separado, solitario, pero que tarde o temprano se vuelve a enlazar con otros caminos, e incluso, con alguno muy próximo que ya hayas conocido. Por algo se dice que la vida da muchas vueltas.

Tratar de evitar ese momento en el que, te haces viejo de repente, sin arrugas en la frente, y en lugar de eso, seguir adelante, buscando encontrar esa llama que prenda un fuego intenso y vivo de verdad, un fuego no forzado, que se mantenga el tiempo que tenga que ser.

Algo forzado, no será nunca tan maravilloso como lo que funciona naturalmente.


domingo, 24 de febrero de 2013

Motivos de exigencia.

Retomando las entradas de mi blog, hoy quería hacer una reflexión sobre la importancia de la exigencia de uno mismo, y con respecto a los que nos rodean.

A menudo, nuestro entorno puede reaccionar en contra de una predisposición crítica hacia ellos sin motivo aparente...Y efectivamente de eso se trata, de apariencias. Anteriormente he mencionado reiteradamente lo importante que es la auto-crítica para progresar en el día a día; pues bien, hoy me reafirmo en lo dicho, pero además recalco que exigir que los demás se esfuercen de una manera equitativa, no es injusto.

Poniendo el clásico ejemplo de una empresa en la que muchos holgazanean y sólo unos pocos trabajan... ¿No tienen motivos de exigir mayor rendimiento a sus compañeros vagos? ¿O en su caso, no estarían legitimados para obtener un trato más favorable, mayor protagonismo, o mejor sueldo? Considero la respuesta obvia. No entrando en razones de competitividad, lo que se plantea es el hecho de esforzarse, traduciéndolo en dar todo lo que es posible por estar al máximo nivel en todas nuestras tareas.

Así mismo, aquel que cesa en sus intenciones de seguir mejorando o cae en la más súbita arrogancia, tiene que saberse derrotado de antemano por otros posibles competidores, si no es capaz de mantener esa mentalidad de progresar a cada momento. De hecho, en su momento leí un frase que me pareció sencillamente perfecta para este supuesto: "siempre debemos intentar ser el mejor, pero nunca creerse el mejor" Cuanta razón tenía el que pronunció estas sabias palabras: la displicencia y la actitud autocomplaciente consigo mismo, solamente conduce al estancamiento, y a la decadencia. No os quepa la menor duda.

Así sucede cuando se cae en la creencia errónea de creerse ya superior al resto por decreto. Otro ejemplo: los que más madrugan para ir a trabajar o aceptan encargos laborales en fin de semana y piensan que por ello su nivel está en un escalón superior al resto. Planteamiento erróneo, y bastante además, pues olvidan la posibilidad de que igual quienes trabajan en su jornada normal rinden mucho más que ellos a la hora de la verdad, pudiendo elegir tomarse su tiempo libre para su ocio, y además no requieren despertarse a las 5 para comerse el mundo cada día, o demostrar una supuesta profesionalidad mayor que el resto. Pudiendo entrar en consideraciones subjetivas, creo que el nivel de cada uno depende de su actitud, y que se tratan de banalidades. De modo que para mi: "un buen general demuestra sus virtudes en el campo de batalla, no delante de un mapa con unas maquetas, porque ahí, cualquiera puede jugar a ser Napoleón Bonaparte, cuando en realidad se trata de un simple recluta."

Desde luego, habrá quienes no acepten esos niveles de exigencia, y más en otras esferas de la vida cotidiana. Muchos podrían pensar que se trata simple y llanamente de exigir y no dar nada, que se trata de un ego descontrolado, pero no. Si nos ponemos en el supuesto de las relaciones ¿qué hay de malo valorar todos los atributos?. El otro día un anónimo criticaba mi supuesta única atracción por la belleza física de las mujeres. Nada más lejos de la realidad que esa afirmación. Lo que importa es el conjunto, simplemente...Pero cuando se cumplen unos mínimos que hacen que esa persona resalte de verdad, que hacen de esa persona alguien especial. Siguiendo en esta línea, cuando uno se compromete a darlo todo, siempre busca que la otra persona también lo esté, y aunque los esfuerzos sean diferentes, se valora la actitud.

A fin de cuentas, el esfuerzo y la actitud, no tienen varas de medida realmente válidas, aunque si que puedes esperar que esos "mínimos" se cumplan. Es normal que se generen resentimientos (o celos) cuando alguien no ha estado a la altura de esos requisitos ha visto superado su plazo y acabado con la paciencia de uno, pero es ley de vida. No todas las piezas de un puzzle encajan en los mismos lugares ¿no? De hecho, algunas piezas quedan solitarias y abandonadas al polvo y al olvido debatiéndose entre su ego y su prepotencia, incapaces de ceder para encajar con las demás, culpando a todos menos a sí mismos de sus fracasos sentimentales y sociales.

Si existieran las gorgonas, hace tiempo que me habría convertido en piedra para siempre, sobretodo cuando Medusa o su pariente más próxima me ha atravesado con miradas cargadas de rencor y celos una y otra vez. Lástima para ella y suerte para mi que solamente sean leyendas.

Esos motivos de exigencia, tanto con uno mismo y con los demás, son fundamentales a la hora de nuestro desarrollo personal y social, pues conformarse, supone verse superado. Sin embargo, el que mantiene la actitud, al final termina imponiéndose a los problemas, y sube escalones hacia el éxito, sin tener que presumir de esto o lo otro, desde la humildad, pero nunca olvidando quién eres ni de dónde vienes.

Cada día de mi vida doy gracias por lo que tengo, por tener todo lo que necesito para intentar ser el mejor, y cumplir con mi parte el resto de mi vida.

Espero que hayáis disfrutado con esta entrada, tanto como yo he disfrutado escribiéndola. Gracias.



jueves, 14 de febrero de 2013

Efímero.

El tiempo se precipita hacia delante de forma vertiginosa. Si antes no percibía con claridad el transcurso de los acontecimientos, ahora ya se da cuenta de lo absorto que ha estado, rodeado de nimiedades.

El tiempo se escabulle entre tus dedos, y cierta sensación de agobio se apodera de él cuando cree que ha desperdiciado lo mejor de su vida. Sus mejores años volatilizados en batallas inconclusas que parecen no terminar.

El tiempo se detiene. Tic-tac, tic-tac... Cae en la cuenta de que tal vez, no todo ha sido en vano. Tal vez, todo ese tiempo mal invertido sólo le lleva hacia la inexorable verdad que siempre supo pero nunca terminó aceptar.

Todo es efímero.

Un pensamiento fugaz y simple, pero pesado como una piedra. El mazazo le hace darse cuenta de que ahora más que nunca debe lanzarse a por todo lo que desea, sin más tapujos que los de su propia voluntad.

En lo efímero de la existencia y el tiempo, aprendió a vivir en el momento.

lunes, 4 de febrero de 2013

Cambiando el Chip.

Mi reflexión de hoy versa sobre cómo ciertos cambios en nuestra vida, en realidad no son tan fáciles de adaptar como uno se piensa.

Ocurre algo parecido como cuando uno cree que puede pasar de caminar a correr con sólo haber dado un par de pasos, pero no es tan sencillo; y es que si has estado sentado mucho tiempo sin usar las piernas, acostumbrarse de nuevo requiere paciencia y tesón.

Así sucede con la mentalidad y el corazón. Es muy difícil que un corazón hecho a la soledad de facto, pueda adaptarse a caminar junto a otra persona de nuevo. El chip que tienes está fuertemente implantado.

En ese momento, multitud de preguntas aparecen en tu cabeza. ¿Merece la pena dejar atrás las viejas costumbres que han marcado tus pautas durante este tiempo?

Creo que si. Cuando llega el momento lo sientes. Lo sientes cuando la tranquilidad y la sencillez aparecen desde que abres y cierras los ojos al final de cada día al lado de la persona adecuada. Esas sensaciones no tienen precio. Alcanzar ese estado vale la pena. Merece ese cambio de mentalidad, porque todo lo que conlleva te llena como

Pasar de andar a correr, a veces es más rápido, y otras más despacio, pero lo importante, es conseguir correr hacia nuestro objetivo... Y acompañados, mucho mejor.

martes, 22 de enero de 2013

Disonantes.

A menudo tenemos la tendencia a olvidarnos de la realidad aunque la tengamos delante de nuestras narices. El ser humano es experto en esta materia.

Empecinarse en hacer funcionar algo que desencaja, o intentar encajar una pieza, que sencillamente no es la correcta, es algo demasiado habitual.

Pongámonos en el supuesto más típico: el amoroso. Algunos pueden justificar, o al menos, intentarlo en motivos sentimentales, no obstante, así como las apariencias caen por su propio peso, y aunque se intente prolongar una situación insostenible, siempre acaba cayendo, de una forma u otra.

Cuando se desentona, no es posible taparse, igual que cuando una cuerda suena desafinada, destruye la belleza de un acorde.

Por desgracia, a veces demasiadas cuerdas desafinadas pululan cerca, desentonando y "dando el cante" como quien diría. Sin embargo, tengo la tranquilidad de que esas cuerdas serán cambiadas a su debido tiempo, o tal vez, se rompan, y vengan las suplentes unas nuevas mucho mejores. Lo que dudo es que se afinen, o que te acostumbres, cuando lo has intentado una y otra vez. Y uno puede preguntarse si tal vez está equivocado, pero cuando muchos avalan y comparten tu pensar, no cabe lugar para muchas dudas.

Hasta que llegue el momento, sólo queda esperar, y confiar en que el acorde que construyen esas magníficas personas que me rodean no se infecten de esa negativa onda que está totalmente fuera de lugar, y claro, intentar hacer oídos sordos a los vulgares sonidos disonantes que emiten, aunque sea una tarea ardua y complicada.

miércoles, 16 de enero de 2013

¿Estabilidad? Puede ser.

Llega el final del día, y las sensaciones son tan positivas que no parece posible. Las cosas fluyen con mucha naturalidad en la vida cotidiana, sin ninguna crispación.

Es el resultado de la estabilidad. Una estabilidad que poco a poco ha ido asentándose en el día a día con mucho trabajo. Siempre he predicado con la idea de que debemos evitar por todos los medios colapsarse con situaciones inútiles que no aportan nada en absoluto.

Fue una de las principales metas que me he trazado para este 2013. Ahora mismo, no podría estar más a gusto. Parece que la luz va llegando con más intensidad cada día. Puede que acompañe la ilusión por seguir mejorando; por seguir buscando el camino correcto. He tenido mucha suerte en los últimos tiempos, no lo niego, y me gustaría mantenerme en este estado, que roza la euforia. Sé que llegarán momentos peores, pero no tengo ninguna duda de que todavía se puede mejorar mucho más.

¿Que enseñanza puedo extraer de esto? Que lo fundamental para la estabilidad personal, en primer lugar radica en estar en paz con uno mismo, estar orgulloso de los éxitos sin perder la humildad y las ganas de mejorar en cada momento, y en segundo lugar, asegurar nuestro entorno lo más posible: ser organizados, disciplinados y empáticos con los demás (siempre que sea posible, porque muchas veces no lo es)

En definitiva, es básicamente una cuestión de actitud que se inicia al levantarse de la cama y que no debería terminarse cuando vuelves a ella; de nosotros depende mantenernos en esta onda positiva que al final, se termina contagiando. Y a mi me ha contagiado de una persona muy especial. ¡Gracias Sarita!

jueves, 10 de enero de 2013

Reacciona Cristiano.

Ayer se pudo vivir en el Santiago Bernabéu la exhibición de uno de esos jugadores de los que se hablará cuando pasen los años y nos hagamos mayores, como tantas veces se ha ido repitiendo en el transcurso del tiempo, con jugadores de la talla de Di Stéfano, Puskas, o Juanito. Ese jugador, no es otro que Cristiano Ronaldo.

Desde su llegada al Real Madrid en 2009, no ha dejado a nadie indiferente tanto por su estilo de juego vistoso y provocativo para los rivales, como por su carácter fuera del terreno de juego, marcado por el decir lo que piensa sin tapujos; una honestidad demasiado inocente a través de la cual, los palos han llovido en su dirección en muchas ocasiones.

Los críticos, que lo atacaban argumentando su desaparición en los partidos decisivos han ido callando, siendo cada vez más fundamental para su equipo, como se pudo ver en el Nou Camp el año pasado en Liga. Las críticas por chulería o falta de humildad se caen ante el comportamiento ejemplar que mostró ante la agresión criminal de David Navarro que le costaron varios puntos de sutura, aguantando hasta el descanso, y hasta anotando un tanto.

El Real Madrid no vive su mejor momento, no es ninguna novedad. Descolgado en Liga, sus opciones se limitan al torneo del KO y la Champions. Aquí es donde surgen las luchadores y ganadores natos. Empezó el año portando el brazalete de capitán cedido por el gran capitán Íker Casillas, echándose el equipo a la espalda con uno menos, liquidando a la Real Sociedad con dos tantos. Ayer, "hat trick" y una asistencia para vencer al Celta.

Con su "tristeza" ya olvidada, la ambición del portugués mueve a un equipo partido por las guerras internas provocadas por su entrenador y las campañas fracticidas de los medios. "Tenemos que estar todos juntos" dijo en zona mixta, como diría cualquier capitán madridista que se precie.

Nunca fue Cristiano tan decisivo ni importante para el Madrid como en estos momentos. Todos buscan que continúe en el club, y con razón. Él, es el jugador franquicia, el auténtico Balón de Oro para el Bernabéu y su afición. Un punto de unión para el madridismo en el que apoyarse para salvar lo que resta de temporada.

¡CR7, no te vayas nunca!

martes, 8 de enero de 2013

Comienzo prometedor.

Solamente han pasado 8 días desde que ha llegado 2013, y hay algo que realmente ha cambiado desde entonces. No sé si será que finalmente he cambiado mi actitud, mi forma de ver las cosas, o que los hados han decido verter más luz sobre la senda que camino, pero siento que nada puede ir mal.

Comparativamente con el año pasado, donde todo era pura incertidumbre y malos pesares, este se presenta como una gran oportunidad. Tal vez, 2012 fuera un año extraño, cargado de buenos y malos momentos. Fue un año tormentoso; una noche sin luna ni estrellas en las que orientarse, ni lugar dónde refugiarse. Mi barco avanzó dando tumbos entre una tempestad que parecía interminable.

Brilla el sol con intensidad, iluminando todos los rincones. Siempre he creído que la prudencia no debe perderse...¿pero por qué no dejarse llevar y creer que todo saldrá bien?

Tal vez, hasta puede que empiece a llegar al sol hasta ese rincón apartado donde un corazón año el brillo de la esperanza y del futuro. =)

viernes, 4 de enero de 2013

Año nuevo, vida nueva.

Suena a tópico, pero no lo es tanto. A fin de cuentas es así, aunque para muchos realmente sean palabras vacías.

Es como quien pretende hacer dieta y siempre reitera su intención cada semana diciendo: "el lunes empiezo".

Este 2013 ofrece una buena oportunidad para hacer dieta, pero no en cuanto alimentos, sino de situaciones inútiles y lascivas para el estado de ánimo de uno mismo. ¿Qué sentido tiene enfadarse o mosquearse por cosas que no tiene arreglo? Perder energías en chorradas no merece la pena, y precisamente es una de las principales metas que me he trazado este 2013: vivir tranquilamente y ser lo más feliz posible ahorrándome situaciones adversas.

A veces lo mejor es no hacer nada; permanecer al margen de situaciones de estrés que nos restan felicidad. La fina línea entre la indiferencia total y actuar cuando se debe es difícil de trazar, aunque no soy ni seré el último que piensa que librando sólo las batallas justas y necesarias, se pueden ganar las guerras, o dicho en otras palabras: nervios, los justos.

Trabajar, si, afrontar responsabilidades, si, pero con calma. Bastante corta es ya la vida como para desperdiciarla en nimiedades.