lunes, 1 de julio de 2013

Hacía demasiado calor.

"Tal vez, ya hacía demasiado calor como para pensárselo.

Puede que también hubiera algo más. Puede que el paso del tiempo calmase las preocupaciones que en otras épocas cargaban su mente. Preocupaciones vacuas.

Nos gusta pensar que hay que ser valientes siempre, el que arriesga no gana y todo eso. Pero está claro que no es lo mismo hablar sobre una canción que cantarla. Puede que ya fuera el momento de dar un paso al frente. Había que correr hacia delante por fin. Era un buen momento para dejarse llevar.

Cuando ya está sucediendo, no puedes pararlo. No debes pararlo. ¿Acaso hay algo mejor que lo que surge por un impulso? ¿Acaso hay algo mejor que la sensación de nace de la adrenalina?

No pensaba. No era necesario.

Hacía demasiado calor como para eso.

El amanecer le saludaba con timidez. No así el calor, que lo perseguía desde que aquel momento en el que se dejó llevar por el instinto, por su intuición. Dedicó una mirada a lo poco que quedaba del cielo nocturno que tanto había presenciado.

Su último pensar antes de que el sueño se adueñara de él fue en la luz oscura de aquello ojos, y una sonrisa que se perdía efímera en su mente.

Ya no tenía miedo. Se había esfumado. Su incertidumbre se había acabado. Ye había perdido mucho tiempo en eso.

Hace demasiado calor, y no iba a perder ni un segundo más."

No hay comentarios: