domingo, 3 de noviembre de 2013

Voluntades.

En ocasiones, no es suficiente querer para poder.

La voluntad, que siempre viene a ser el mecanismo básico para conseguir cualquier cosa en nuestra vida, puede bastar para casi todo. Al final, el famoso "quien la sigue la consigue" aunque se carezca de los medios, puede plasmarse de verdad.

Pero no es suficiente en otro momentos o circunstancias.

No siempre va a depender de nosotros lograr lo que queremos. Supeditarse a la voluntad o deseo ajeno es inevitable en ocasiones para bien y para mal, y está claro que por mucho ánimo que se le eche a un proyecto, o una idea, o sencillamente a una relación de cualquier tipo, no marchará por la sencilla e inequívoca regla de "dos no están si uno no quiere". Aplicación múltiple para una cantidad innumerable de situaciones.

Pero al margen de esto, pienso que no debemos obcecarnos en estrellarnos contra una puerta que no sabemos si se abrirá, porque es posible que no sea la correcta.

Soy muy propenso a realizar analogías o símiles a la hora de escribir, y en esta ocasión, finalizo esta entrada con esta de carácter futbolístico:

"Lo importante no es fallar goles, lo que importa es ser capaz de generar oportunidades, porque al final tarde o temprano, marcarás".

Muchas gracias.