sábado, 10 de septiembre de 2011

Sobre la lealtad.

"El hombre que te sigue, estará siempre a tu espalda, no lo olvides"

Interesante frase, y digna de reflexión.

De toda la vida he sido una persona desconfiada, de esas que se cuestionan cualquier acción propia o ajena buscando el motivo subyacente. Y es que esto podría verse más bien como un defecto, si se tiene en cuenta que la gente a la que le cuesta confiar en los demás, también es más proclive a verse un tanto aislada.

Sin embargo, la experiencia muchas veces te da la razón y realza tu planteamiento. Y es que cuando uno por bondad de espíritu cede terreno en pro de la amistad, corre un alto riesgo de verse traicionado por aquel amigo que defiende su espalda. De modo que uno debe tener 100 ojos observando atentamente cualquier atisbo de falsedad.

También, siempre he sido de las personas que ha pecado de ingenuo mil veces, como es la naturaleza humana confiar en sus congéneres (o al menos de algunos)

Pero tened en cuenta algo. Ante las circunstancias adversas, o cuando la situación les exija a los que te rodean que muestren su lealtad, con la que tu siempre les has respondido, la mayoría te darán la espalda (o se colgarán de ella con cuchillo en mano) y solo los justos para contar con los dedos de una mano se mantendrán firmes, aquellos que fuerzas contrarias a uno mismo no han logrado manipular. Lo difícil es discernir.

De modo que la forma más fiable es haciendo una valoración en base a la intuición y a vuestra experiencia propia.

Mi consejo de hoy: tened cuidado siempre con aquel que llevéis a vuestra espalda, porque nunca se sabe cuando podría ser un amigo o una simple velets a merced de vientos cambiantes viciados de impúdica malicia.

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