martes, 13 de diciembre de 2011

No los cambiaría por nada.

Anoche, ya en la cama, pensando un poco sobre la forma en la que había transcurrido el día, se me ocurrió otra reflexión que pensé que valdría la pena compartir con todos. No se trata precísamente de una muy complicada ni mucho menos.

Me quedé pensando sobre cuanto tiempo gastamos los seres humanos arrepintiéndonos de actos ya ocurridos hace mucho en nuestra vida, y pensando una y otra vez en ellos. ¿No es una auténtica pérdida de tiempo pensar en cosas que ya no puedes cambiar? Y es más...¿Para qué cambiarlas?

Supongo que para responder al porqué de los acontecimientos, cada uno tendrá una fórmula concreta, que responda con mayor exactitud, llámese karma, llámese destino, o azar. Lo realmente cierto, es que una vez que te ha ocurrido algo bueno o malo, para bien o para mal solamente puedes aceptarlo y sacar la lección para tratar de evitarlo en un futuro, pero creo que no sirve de nada en pensar "¿y si?" "tal vez...". Todo eso no nos sirve, no podemos cambiar lo que ya ha sucedido.

Dicho esto, y sobre la segunda cuestión, en lo que a mi respecta, no cambiaría ni un minuto de todos los malos y buenos que me han pasado. ¿Cómo es posible que digas eso? Muy sencillo...Sin esos hechos, seguramente sería una persona más débil, con menos experiencia, y con toda seguridad en algún momento del futuro, aprendería la misma lección con el doble de brusquedad, siendo más complicado superarla.

Cada una de nuestras experiencias, tanto buenas como malas, nos define, conforma nuestro ser, llena nuestros recuerdos con cicatrices de momentos duros, pero que has superado, y de imágenes maravillosas que sirven de inspiración para superar las pruebas del día a día. Esta forma de pensar no es común, puesto que (y es algo completamente comprensible) los seres humanos siempre nos obsesionamos recordando nuestros traumas sin extraer una enseñanza positiva que nos sirva de algo en el futuro, limitándonos a imaginar que sería de nuestras vidas si no nos hubiera pasado algo o si no hubieramos actuado de una forma determinada. Eso no sirve de nada. No se puede cambiar el pasado.

En mi humilde opinión, son los momentos buenos y malos los que conforman nuestra historia personal, y de nosotros depende darle la importancia que realmente tiene cada uno de ellos, pues la experiencia nos ayuda a evitar errores ya cometidos, los recuerdos te ayudan en los momentos duros, y con el tiempo, la combinación de ambos te encamina hacia la felicidad el día de mañana.

No cambiaría por nada todo lo vivido.

Feliz martes y trece! =)

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