Tras mucho días de este extraño pero magnífico verano va siendo hora de volver a ponerse las pilas.
Es muy importante que siempre tengamos claro los objetivos que tangamos previstos cumplir, planificarse, pero sobretodo...Cumplirlos!
Y aunque la vida siempre te de motivos para quejarte, para sentirte vacío o desamparado, siempre hay otra razón para seguir adelante y nunca rendirte ante la adversidad o ante las dificultades. Algo así nunca debemos olvidarlo.
Hasta de los peores momentos, siempre hay una lección que extraer, una enseñanza que adquirir y una experiencia que grabar en nuestra memoria.
Es hora de recuperar el ritmo y la disciplina perdidos hace tiempo, ponerse las pilas siempre cuesta, pero no es imposible! Jeje.
Y ahora...¡Manos a la obra!
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