viernes, 21 de enero de 2011

Mirada profunda.

Seguro que si recapacitas durante un momento cual es la mirada que tiene una persona en determinadas situaciones de su vida, podrías encontrar casi cualquier tipo... Se me ha ocurrido enumerar algunas:

Miradas de incomprensión: que se caracterizan por el sentimiento transmitido de incomprensión absoluta por parte de los demás hacia uno mismo, y viceversa.

Miradas de sinceridad: muy difíciles de encontrar, son aquellas que revelan un pensamiento auténtico de uno mismo, no requiere ir acompañado de palabras, su poder es tan inmenso que su mera existencia, lo dice todo.

Miradas de felicidad: si las anteriores ya eran de por si complicadas de encontrar, estas son tan raras como hallar una aguja en un pajar. ¿Qué puede decirse sobre este tipo? Su rareza, hace que sea muy difícil encontrar fuentes que describan algo sensato de ellas.

Miradas de deseo: no es necesario decir mucho, son ese tipo de miradas que transmiten la sensación de deseo, de anhelar acariciar a esa persona, de besarla...

Miradas de rencor: estas son mucho más comunes, son las que denotan un sentimiento de desprecio o deseos de venganza, que suelen tener como origen muchas posibilidades (sentirse traicionado, vendido, manipulado...)

Miradas de nostalgia: son esas miradas que aparecen cuando observas un objeto, un lugar, una fotografía, e incluso, cuando observas a una persona.
Son miradas que acompañan a la melancolía, y al arrepentimiento.

Debería no ser tan común, pero vivimos en un mundo, donde las personas ni suelen tener en consideración las consecuencias de sus acciones, ni como esto afecta a las demás.

La mirada profunda, es aquella, que bien puede significar dos cosas, que además, son antagónicas, el amor y el odio, son por su propia naturaleza, fáciles de observar, pero no fáciles de encontrar, no en su sentido más auténtico.

Amor, como valor, confianza, gratitud, y todo lo que ello conlleva.
Odio, como desconfianza, resentimiento, el dolor que no se exterioriza, pero que se padece, y lo que significa en su conjunto.

Para mi, esos dos polos antagónicos, están entrelazados, tal y como sucede en la personalidad humana, donde el "bien" y el "mal", lucha por imponerse, solo los actos revelan cual es la auténtica condición de esa mirada.

Sin embargo, hay ojos que con el paso del tiempo, van perdiendo su capacidad para reflejar ciertas cosas, pues como sucedería, un espejo no puede reflejar cosas que no existen, o quizás, cosas que no es capaz de ver.

Faltarían muchas más por nombrar, pero creo que son la tipología básica que puede poseer cualquier persona.

Gracias por leer el blog :)

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