lunes, 25 de julio de 2011

Mar adentro.

Se acerca el momento.

Momento de elegir, pero no para mi, yo ya he elegido hacia donde mirar, hacia el futuro, hacia un nuevo amanecer, con nuevos vientos que soplan las velas de la vida con optimismo y firmeza.

Ahora que conozco el camino, sólo queda por decidir el cuando embarcar, y es más, ¿con quién?

Supongo que eso lo dirá el mañana, pero a veces parece demasiado oscuro el horizonte como para poder discernir algo claro.

Me conformaré con aguardar paciente, embarcaré y navegaré mar adentro.

Quizá alguien decida embarcar en este solitario navío que vaga por el océano de la existencia con un rumbo fijo, a la par de desconocido, pero anhelante de noches de luna llena y brisa fresca.

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