Lunes. Empieza la semana, y claro, uno no espera del primer día algo fuera de lo común.
Crees que todo irá tan rutinario como siempre, haces tus propias tareas, y sin esperarlo, termina siendo un día alucinante. Es ese día que esperas hace meses, incluso hace años, y llega así, sin más.
Todo sucede como si de un sueño se tratara, las preocupaciones se evaden de tu mente, y solamente quedamos ella y yo. Nadie más.
A veces los sueños se vuelven realidad, cuando menos te lo esperas, de una forma inesperada.
miércoles, 18 de abril de 2012
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