¿Y qué puedes hacer o decir cuando sucede algo que no esperabas?
Siempre pensamos que lo tenemos todo bajo control, que todo está previsto, y no es cierto, realmente no lo es.
A veces, cuando suceden cosas malas, lo achacamos a la mala suerte, pero más difícil es cuando sucede algo bueno, inesperado, y que a su vez, resulta ser arriesgado, puede terminar siendo perjudicial.
No puedes evitar echarte la culpa, atribuirle su carga a tu propia personalidad y tu forma de ser la que ha permitido llegar a este punto, casi de no retorno. Lo peor, es que no solamente está en juego tu propio sentir, sino que hay algo más.
Ahora, navengando en un mar de confusión, en el que apenas puedes orientarte hacia ninguna parte...¿Qué hacer?
martes, 1 de mayo de 2012
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