En estos calurosos días, donde nuestra mente está más relajada y despejada, es cuando más facilidad hay para ponerse a reflexionar.
La vida transcurre tranquilamente. Cumples con tus obligaciones, disfrutas del ocio, aprovechas los buenos momentos que te otorga el día. Te das cuenta de que todo es más sencillo de lo que parece.
De nada sirve pasarlo mal, coger nervios innecesarios; es mucho mejor tomárselo con calma, mantenerse frío en las situaciones difíciles, y templado ante los problemas que arrecian.
Y ahora que todo está tranquilo, solamente quiero disfrutar de todo lo que la vida me ofrece y ser feliz.
lunes, 9 de julio de 2012
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