El miércoles viene una prueba de fuego. Ya es hora de empezar a tener sentido común.
Ha sido un año duro, complicado, quizá porque a veces uno cae en la desidia y en la pereza, empujado por las circunstancias. Las reacciones a veces llegan tarde, y no como más nos conviene, pero al igual que los rusos fueron empujados hasta Stalingrado por los alemanes, allí, sabían que no podían retroceder más.
Y les tomo su propia consigna para este momento: "ni un paso atrás"
Es hora de contagiar todos los aspectos de mi vida con este nuevo optimismo y éxitos que he estado labrando poco a poco.
Presiento que algo bueno está muy cerquita de ocurrir :)
lunes, 3 de septiembre de 2012
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