domingo, 3 de abril de 2011

Proyecto "kinki"

Este tema siempre me ha llamado la atención, por cuanto es desgraciadamente común en el ámbito donde vivimos en nuestra querida isla, la aparición de una amplia gama de seres, denominados "kinkis" o "changas". Si tuvieramos que explicar su origen desde un punto de vista socioeconómico, podría decirse que han aparecido (dentro del contexto tinerfeño) bien entrada la democracia, si no tenemos en cuenta a la golfería, que ha existido desde hace eones, cuando las necesidades de la gente común se han visto satisfechas y sus inquietudes culturales y cívicas, exterminadas desde las altas esferas de la política local, cuyo interés absoluto es lograr la hegemonía a través de la ignorancia y la estupidez. En otras palabras, vuelve a aplicarse la sencilla fórmula de "panem et circenses", que se traduce en el pasotismo, sobretodo de las nuevas generaciones, cuyo interés se ha convertido en alcohol, el porrito, el trapicheo y "armarla". ¿Realmente es necesario ese desenfreno? La deriva general es tan brutal que el futuro se presenta tan negro como una noche sin luna. Esto es, la suma del fracaso del sistema educativo, y de los valores de la sociedad básicos, como es la actitud cívica, el interés cultural etc. Todo ha caído en la corrupción de los políticos profesionales (que no tienen ningún oficio más que vivir del erario público) que azuzan la aparición de individuos fracasados, sin proyecto de futuro que poco aportan a la sociedad, si bien no aportan nada en absoluto, y muchos al contrario, sirven para aumentar las tasas de delincuencia. La siguiente pregunta es, ¿por qué? ¿a quién culpar?. La respuesta es demasiado evidente, todos hemos provocado esto. Nuestra conformidad, el conformarse con lo mínimo, no protestar contra la "aristocracia" política empresarial que manipula la mente de este pueblo bajo las consignas de que la vida es solamente pasarlo bien, las tradiciones, y la fiesta. Aprovechándose para ello de eventos como el Carnaval, que ha degenerado en una semana de alcohol y ambulancias. Lo que mencioné más atrás. PAN Y CIRCO. Miro hacia el extranjero a países de la órbita europea, tales como Suecia o Finlandia, e incluso más al sur, Alemania, e imagino lugares donde los políticos dimiten por principios, no cuando han sido condenados por sentencia judicial, donde los jóvenes tienen inquietudes que no consistan solamente en fumarse el canuto de media tarde y colocarse el resto del día (y de la semana) y pasar de ir a clase porque me aburro, o dedicarse a buscar pelea para demostrar la virilidad. Patético. El proyecto kinki, que denomino así para englobar la situación, puede parecer algo irónico o cómico por su nombre, pero a mi no me hace gracia alguna, dado que el panorama es desesperanzador. Es el proyecto de una generación perdida, que mayoritamente y en Canarias, sucumbe ante el fracaso escolar, que está a merced de la manipulación bajo el eslogan del nacionalismo barato de todo a cien que predica ATI y CC. Es el proyecto de un pueblo que cuando llegan las elecciones, no vota, porque ese día da pereza ir a dejar el sobrecito en la mesa electoral (47'24% de abstención en las elecciones de 2007 en Santa Cruz de Tenerife) Quiero pensar, que quizá algún día los ciudadanos sean conscientes de que conformarse no está bien, que a veces hay que enseñar a los políticos que no pueden dominar al pueblo y que los valores de la democracia y de la transición, no han caído en el olvido. Para teminar, les dejo una frase para pensar: "El pueblo no debería temer a sus gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo" A veces la verdad duele, pero es necesario escucharla.

2 comentarios:

Uno de tantos dijo...

Menuda reflexión. Touché. El principal problema de la sociedad, es como bien has dicho... El pasotismo. Al fin y al cabo, las autoridades trabajan para nosotros. ;)

Fran Bruñas dijo...

Muchas gracias Óscar, realmente estaba indignado y no me podía quedar callado. Es el panorama de cada día en la sociedad, una auténtica desgracia.