domingo, 8 de mayo de 2011

Mucho ruido y pocas nueces.

Siempre he considerado lo importante que puede llegar a ser el orgullo como fuente de motivación mental para el ser humano, de hecho, puede considerarse la más imporante junto al amor, el miedo, o el odio.

Y te das cuenta de esa fuerza cuando la sientes en ti mismo. Son esos momentos en los que sabes que te han sustraido tu orgullo, y te han herido cuando se debe reaccionar. La reacción debe ser contundente, lo suficiente como para dejar claro quien es cada uno y si tienen la potestad para poder opinar acerca de los demás.

Hay mucha facilidad de palabra, siempre es así, la gente no tiene ni idea de lo que habla la gran mayoría de las veces, no entienden que los argumentos tienen que estar fundamentados en la verdad y no en opiniones completamente subjetivas. Por eso cuando criticas, cuando hablas de alguien, hazlo basándote en hechos, y no en la ficción.

Creo que ya está bien, ya me he cansado de mucho ruido y pocas nueces.

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