lunes, 14 de marzo de 2011

Superávit de autoestima.

Soy consciente de que hay consideraciones sobre mi, algunas sin fundamento, y otras con gran razón, de que por así decirlo, soy una persona con la autoestima muy alta, quizá demasiado alta, rozando ese límite tan difuso e indefinido entre el narcisismo y la autoestima.

Pero ya puestos, prefiero entender que soy una persona que se valora en base a hechos concretos, es decir, no podría, ni quiero, ni pretendo, considerarme superior a todo el mundo, porque eso es más propio de los cautivos por la megalomanía y otras clases de delirios de grandeza, de los cuales no soy adepto.

Intento seguir esa máxima que dice: "siempre hay que intentar ser el mejor, pero nunca creérselo"
En ese sentido, considerarse el mejor, supone a su vez, autolimitarse y autovenerarse, lo primero porque conlleva que al ser el mejor, se considera que se ha llegado al límite o al tope de tus capacidades, y en lo segundo, porque autoadularse es simple y llanamente, patético.

Uno siempre tiene que tratar de demostrar sus dotes y su capacidad, intentando no caer en la terrible tentación de mostrar altivez o prepotencia, tentación que aparece irremediablemente cuando se tienen habilidades de las que los demás carecen o en las que sobresale la media en gran medida, si es así, hay que servir de ejemplo donde mirar, y no al revés, evitando caer en las garras del narcisismo.

Entiendo que no es fácil, yo mismo soy propenso a caer en este defecto cuando recibo críticas, pero con el tiempo, cuando se reciben ataques externos carentes de base o ataques hacia la forma de ser poco fundamentados, me limito a no de hacer alusión a mi capacidad, simplemente la demuestro, y realmente no hay sensación más plancentera que hacer frente a las calumnias mostrando, con la capacidad que uno mismo dispone, a estos sujetos el camino a seguir, e invitándolos a seguirlo, si sus posibilidades lo permiten, claro.

Y esa es la conclusión, siempre hay algo que mejorar y que aprender, y no debe caerse en la facilidad que ofrece devolver el ataque criticando las carencias de los demás, simplemente y si es posible, tomar en consideración las críticas constructivas y desechar el resto, que por lo general, tienen su base en la envidia y en la frustración que las capacidades innatas o aprendidas dedicación y disciplina, generan en algunas personas, como en otras por su parte, generan admiración.

No hay comentarios: