miércoles, 3 de octubre de 2012

El tiempo no ha pasado.

En una tarde cualquiera, estás distraído en algún asunto trivial, cuando de pronto empiezas a hablar con alguien. A priori, no resulta nada fuera de lo común, pero si que te das cuenta de muchas cosas.

Cuando una persona ha significado algo de verdad, algo significativo, da la impresión de que el tiempo no ha pasado, porque la sensación es diferente a cualquier otra persona. El tiempo se detiene.

Son solamente personas que se cuentan con el dedo de una mano, pero la sensación es similar: notas algo diferente.

Es curioso, porque cuando se establecen este tipo de conexiones, pese a ser sacudidas por el paso del tiempo, por los problemas, disputas, distancia, un día descuelgas el teléfono, y es como si no hubiera sucedido nada.

Pienso que debes proteger estas conexiones como tesoros, pues nunca sabes cuando volverás a disfrutar de algo así. No es necesario incluirlo en ningún grupo: amistad, amor...¿Qué importa eso?

A veces es mejor dejar de pensar tanto, y simplemente dejarse llevar.

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