jueves, 20 de diciembre de 2012

"Sólo yo."

Me dejo caer en mi cama, con cierta sensación de cansacio y respiro profundamente.

Una brisa fresca corre por la habitación, pero no es suficiente, y la humedad invade el entorno que me rodea.

Ante el tedio de la rutina, y la desgana que se apodera de mi cuerpo decido escapar de una de las mejores formas que se me ocurren: discurriéndome entre las páginas de un buen libro.

Continuo por donde lo dejé. Sigo con Canción de Hielo y Fuego, esa novela tan espectacular que a mi mente ha quedado encadenada. El capítulo versa sobre el personaje de Jaime Lannister.

Aunque a priori es un personaje odioso y arrogante, nunca pierde el don de la honestidad. Acepta el trato que le ofrecen, recordándole todo el mundo algo que hizo mal siempre, pese a que en realidad, ese acto no fue tan malo como creen (evito spoilers)

Un personaje que lo tiene todo, pero a la vez la sensación de vacío que inspira pese a su ferocidad y superioridad aparente. Le resulta todo indiferente. Así es cuando uno se identifica con un personaje de un libro.

La gente vive engañada por las apariencias, y por las primeras impresiones. No son capaces de discernir lo que hay en el interior, juzgando sin conocer. Al Matarreyes tampoco le importa el qué dirán, como a mi. Se trata de personas que conocen su potencial, y que en ocasiones, ese mismo potencial arrastra hacia la pereza, la decepción, y la indiferencia como si fuera un abismo.

"Jaime siempre decía que sólo se sentía vivo en el campo de batalla y en la cama"

¿Y quién no? Cada uno libra su propio campo de batalla, ese en el que de verdad uno entiende lo que es sentirse vivo. Mi campo de batalla particular es el escenario cada vez que enchufo mi guitarra y hago una de las cosas que mejor sé hacer.

Hay personajes que resultan ser queridos u odiados; personajes que no provocan nunca indiferencia.
Detrás de todo eso, no se esconden seres horribles (a veces si, claro) sino que sencíllamente, tienen un gran vacío que no pueden llenar. Esperan que alguien sea capaz de llenarlo algún día. Cersei, no es precísamente el personaje idóneo para ello. ¿Quién no se ha encontrado en su vida una mujer como Cersei?

Con el tiempo se llega a cambiar, o no. Eso depende de las elecciones que hacemos y de las circunstancias.

Me quedo con una frase que dice en el segundo libro: "No hay hombres como yo. Sólo yo"

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