miércoles, 12 de diciembre de 2012

Ni tan blanco, ni tan negro.

"Tantos votos...Te obligan a jurar, y a jurar... Al final siempre terminas quebrantando uno"



A punto de terminar con el segundo libro de la saga Canción de Hielo y Fuego, quería reflexionar sobre el personaje de Jaime Lannister y lo que durante su captura plantea bajo el interrogatorio de Catelyn Tully.


Si entendemos la reflexión que hace, bajo el prisma actual, nos encontramos con es perfectamente aplicable todo lo que en ella se dice. ¿Cuántas veces nos comprometemos con unas y otras causas para que por las circunstancias u otros motivos?


Me cansa ver todo el tiempo eso mismo. Promesas que se quebrantan con demasiada sencillez día a día. Palabras tan poderosas como pueden ser "te quiero", o "eres mi mejor amigo" han perdido fuerza y credibilidad en una época tan convulsa y negativa como esta. Las personas hemos desgastado el significado de palabras tan valiosas, que para muchos son sagradas.


Extrapolando las palabras que George R.R Martin nos expresa a través del personaje de Jaime, también he reflexionado sobre la importancia de la hipocresía o de los falsos valores. En la saga se hace referencia en numerosas ocasiones. Sandor Clegane, conversando con Sansa Stark, también lo dice a través de su desprecio a los "caballeros" a los que desprecia considerándolos asesinos tan viles y despiadados como él mismo.


De esto mismo, yo lo traslado a el contexto que vivimos hoy día. Aparecen numerosos personajes que, en teoría, tienen una altura moral envidiable, que les permite juzgar y criticar a cualquiera que se les ocurra (véase curas, políticos, empresarios, pseudoperiodistas...) que la gente tiene en cuenta, y escucha. A muchos de ellos, se les cosidera valedores de lo políticamente correcto. Nada más lejos de la verdad. Una pena que una gran cantidad de gente no sea capaz de discernir esto, y mucho peor, aquellos que parecen los más intachables, esconden la peor de las verdades.


Lo llaman Matarreyes, y lo acusan de ser indecente, pero el Joven León se muestra indiferente a esas acusaciones ¿cómo iba a ser de otra manera cuando la hipocresía invade cada rincón?. Puede que me haya salido del tiesto, pero creo que la reflexión es aplicable. Si yo fuera él, tampoco trataría de esconderme tanto en un mundo donde, ni los buenos, son tan buenos, ni los malos, son tan malos como los pintan.

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