domingo, 19 de junio de 2011

Un día para recordar.

Cuando me desperté la mañana del sábado, no podía imaginar que se avecinaba un día especial, de esos en los que no hay lugar para pasarlo mal, sino todo lo contrario, de esos días en los que lo único importante es relajarse, divertirse y pasar el tiempo con los amigos y la familia.

¿De qué sirven fiestas con demasiada gente? Antes que eso, prefiero una fiesta en la que cada persona tenga vínculo conmigo, que exista un ambiente íntimo y de diversión entre personas de confianza. Es por ello que por las personas que acudieron siento una gran estima, como no podía ser de otra manera. ¿Faltó gente? Salvo algunas personas importantes que no pudieron materialmente acudir, el resto no provoco ningún vacío ni nada similar.


Por si ya hubiera sido poco la mañana y la tarde, por la noche esperaba uno de los conciertos en los que mejor me lo he pasado en compañía de mis compañeros de Estación Zoo, y como no, con mis amigos en el público.

La noche me daría otras sorpresas inesperadas junto a esas personas tan importantes que hicieron tan fantástico un día del que no me olvidaré nunca. Un día muy especial.


Les mando un saludo a aquellas personas a las que les debo mi gratitud por darme el mejor cumpleaños que podría desear. Con vosotros tengo total seguridad que puedo contar, y vosotros conmigo a su vez.












¡GRACIAS!

1 comentario:

YAIM. dijo...

Me pasaba por aquí, ¡y quise saludar! ^^
Muy bonita entrada, muy bonito blog. Siempre es importante estar con aquella gente que nos hace sentir especiales por el mero hecho de que ellos son especiales en nuestras vidas.

Deseo, aunque no te conozco, que esta etapa nueva de tu vida te otorgue lo mejor del mundo y que puedas compartir siempre con los tuyos y con nuevas personas que se incorporen en tu camino la belleza de la vida :)

Me pasearé más a menudo por este rincón...