jueves, 3 de noviembre de 2011

El poder de las palabras.

Seguro que alguna vez todos habéis tenido la sensación de que al leer un buen libro, vuestra mente se transporta a otro lugar lejano, y las palabras del texto se convierten en imágenes en vuestra cabeza.

Hay pocas sensaciones como las de disfrutar un libro, de un buen libro y recrearse en la imaginación.

Y de ahí quería extraer la reflexión del día de hoy: el poder de las palabras, con respecto a nuestro ánimo, motivación, etc.

Fuera del contexto de la literatura, todos sabemos bien el poder que contienen algunas palabras, pero no solamente por ser de un tipo concreto, sino por la persona que las dice, cómo las dice y el motivo.

Cuando escuchamos una canción que nos gusta, normalmente se atiende bastante a la letra, porque buscamos identificarnos de alguna manera con lo que se relata, porque esa letra despierta una sentimiento o una emoción (tristeza, alegría, etc), y más cuando está acompañada por buena música.

Y a este punto quería llegar, al de las emociones. Hay muchas personas que utilizan el poder de las palabras para tratar de despertar en nosotros sentimientos negativos, si bien lo que dicen no es verdad. Y es inevitable sufrir ataques así en cualquier momento de la vida. Lo que debemos hacer, es reflexionar sobre los motivos que han provocado ese ataque hacía nuestra persona, pero no dejar que nos afecte.

¿Cómo se consigue eso? Teniendo muy claro que en nuestra mente gobernamos nosotros, y que las palabras dañinas tendrán ese efecto si nosotros queremos. Si te conoces bien, sabes quien eres, y eres consciente de tus virtudes, las palabras que traten de dañarte quedarán huecas, y su autor, no habrá logrado su finalidad. No debemos caer en la provocación de responder en el mismo tono, podemos optar por ignorar, que suele ser una buena opción, o por devolver elegantemente el golpe.

Bueno, me he ido un poco por la tangente, así que mi conclusión, es que de nosotros mismos depende el efecto de las palabras negativas de otros hacia nuestra persona, y además, debemos ser capaces de captar todo lo bueno de una anécdota, un libro o un simple cumplido.

El poder está en la mente.

2 comentarios:

Florecita dijo...

Y es que dicen por ahí que nunca hace daño quien quiere sino quien puede. Digo yo, que en este sentido, tiene toda la razón... a palabras eléctricas, oídos desenchufados.

Fran Bruñas dijo...

Muchas gracias por el comentario. Me ha gustado mucho su frase, muy ingeniosa. Es un placer tener lectores así.