martes, 8 de noviembre de 2011

Sobre el fanatismo.

Bien, ayer se celebró el famoso debate electoral entre los dos candidatos de los principales partidos que optan a la presidencia del Gobierno. Cada uno que saque sus propias conclusiones, yo expondré la mía.

Vimos dos opciones diferentes, por un lado a Rubalcaba, un político con las ideas claras, bien planteadas que salió al ataque a desenmascarar los planes ocultos del otro candidato, Rajoy, que se conformó con aguantar la tormenta mirando sus notas 585 veces y escudándose en las cifras (repitición del debate con Zapatero en el 2008)

En fin, sinceramente, creo que Rubalcaba ganó el debate, porque salió a exponer sus ideas, a descubrir a su rival desde la razón y el corazón, y el otro salió a la defensiva a aguantar, quedando humillado en ciertos detalles (clases de primero de economía)

Pero al fondo de la cuestión, parece ser que en este país debemos volver a tener cuidado con expresar libremente nuestra opinión por internet o cualquier medio de difusión, dado que podemos ser víctimas de ataques, y hasta que nos denominen fanáticos. No es la primera vez que me llaman así, también cuando defiendo a mi equipo preferido me llaman así.

Y lo que más gracia me hace, es la facilidad de palabra y sobrada ignorancia de gente que se considera progresista y más liberal que nadie, pero son los primeros que empuñan como arma arrojadiza la palabrita famosa, entre otras.

Realmente, creo que el fanatismo empieza por no respetar las ideas ajenas, diciendo que son incorrectas, equivocadas, que no hay mayor esclavo que el que se considera falsamente libre.
¿Falsamente? ¿No existe en este país el derecho a decidir lo que cada uno quiera hacer sin violar la ley ni los derechos de los demás? Puede que sea falsamente libre, un fanático, o un gilipollas, pero desde luego yo no hablo desde ese plano de superioridad moral que tienen algunos por haberse manifestado desde el mes de mayo en adelante contra todas las cosas posibles, creerse que son Montesquieu, y resulta que son más fanáticos que Robespierre.

Yo he peleado desde bastante joven por mi ideas, manifestándome contra guerras ilegales, contra puertos que destruyen el medio ambiente, contra políticos que dejaron hundirse un barco frente a las costas gallegas, y frente a la peor de las mentiras jamás dichas en nuestra historia por parte de un gobierno democrático, mintiendo a la población de todo el país en referencia a los oscuros días del 11 M. Siempre pelearé por mis ideas, por mi libertad, y por preservar todo el trabajo hecho hasta ahora por mi partido y la gente que hace de España un lugar moderno, libre y no rancio, viejo y radical, aunque me llamen fanático, o cualquier otra cosa.

No hay más fanático que el que no respeta las ideas ajenas.

2 comentarios:

Crítico dijo...

Pues amigo mio, serás tu el único que piensa que ganó Rubalcaba.
En segundo lugar pienso que la mejor frase no fue la de la clase de primero de economía, sino más bien cuando Rubalcaba presentaba una serie de propuestas que tomaría si llegara a la presidencia, que serían poco menos que la cura abosoluta de los males, y a eso, el próximo presidente del gobierno (Rajoy) le dijo: ¿Y por qué no habeis tomado todas esas medidas antes? ¿Es que se le han ocurrido hace media hora? Pienso que esta es la frase que debe ser subrayada sobre el debate.
Por otra parte, eso de que Rubalcaba salió atacando a Rajoy para sacar a la luz las oscuras intenciones, debo decir que ni todos son buenos ni todos son malos, y por el momento el partido que ha perdida la confianza del pueblo es el PSOE por su incoherente, y pésima gestión (se desvirtó el sentido de las ayudas, teniendo una connotación política en busca de votos, pues si no, explicame que sentido tiene establecer una ayuda como el cheque bebé a todas las madres que tenga un hijo, sin establecer un límite de renta, pues esta "ayuda" la cobraba tanto una familia que tuviera unos ingresos mensuales de 10.000 € como una familia que no llegara ni a los 1.000 €. ¿No piensas que esto es tirar el dinero, regalandolo a quien no lo necesita?).
En todo caso, me parece en cierto modo de "fanático", no el hecho de decir que haya ganado Rajoy el debate (que en mi opinión así a sido), sino el hecho de que los simpatisantes de ciertos partidos digan que su partido no ha tenido la culpa de nada (si, es cierto que estamos en una etapa de crisis, pero... ¿Por qué a Alemania no le ha afectado tanto?, pues porque han llevado politicas más adecuadas) y encima se le echa la culpa a la oposición.
En fin, con esto propongo que los que piensan como tu, se tomen un periodo de reflexión y que las cosas están como están y hay que ser crítico con uno mismo (en este caso con tu partido), pues es la única forma de ser realmente objetivo. Un saludo y aunque no compartamos todas las ideas, me parece interesante que expongas tus inquietudes.

Fran Bruñas dijo...

Evidentemente, cada uno puede pensar lo que quiera porque para eso estamos en un país libre, y si para ti ganó Rajoy, perfecto.
Puedes señalar cualquier frase, para gustos colores, el caso es que Rubalcaba, no es Zapatero, y de no ser por la crisis, el PSOE arrasaría otra vez de calle porque la patente mediocridad de uno perdedor de elecciones nato, que gana únicamente por el descrédito de sus rivales, no es una gran opción. Pero tiempo al tiempo. En cuanto a políticas erráticas, si, han habido errores, se han hecho cosas mal, y otras bien, buena prueba de ello es que no ha venido a rescatarnos la UE como ocurrirá con Italia probablemente, y no es de casualidad.
Otra cosa. Es bastante inapropiado comparar a un país como Alemania, que tiene una industria fuerte, y un motor económico estable, a otro país, que vive mucho más (o vivía, mejor dicho) de la construcción, del turismo, y del sector servicios. Es una pena, pero no hay lugar a comparación, pese al hecho de que se hayan cometido errores o no, no es muy complicado de observar.
Y bueno, fanático es aquel que va con cuchillo en mano a por el que piense distinto, espero que no seas de ese tipo de gente amigo, yo, sinceramente, no. ;)
De todas formas, aunque discrepemos, siempre es interesante compartir opiniones. Bye.