lunes, 21 de noviembre de 2011

La calma que precede a la tempestad.

Bueno, pues al fin ha sucedido lo que era previsible, la derecha a regresado al gobierno, y con mayoría absoluta. Parece que definitivamente hay cosas que están predestinadas a ocurrir.

Y lo cierto es, que espero que pese a ser socialista, las cosas no se recrudezcan más de lo que ya lo están. Pero en el fondo de mi ser se que no va a ser así. Hoy tengo esa sensación rara, ansiosa, en un día tan tranquilo y soleado de que en estos momentos se acercan nubes de tormenta. No las podemos ver de momento, pero vienen desde el este, y cuando cubran el sol difícilmente se irán con rapidez.

Pero no debemos rendirnos, las derrotas a veces sirven para reflexionar sobre los errores, para mejorar y salir reforzados. El PSOE debe llevar a cabo un serio análisis de los motivos de esta debacle, dado que al margen del contexto económico, otro motivos han llevado a la situación en la que se encuentra.

Debería ser el momento para que ciertas personas lo dejen, gente que está agotada políticamente, que todo el mundo conoce, pero no por su gran labor política, sino por la mala gestión. Esos "barones" en el fondo son un cáncer interno, porque ocupan su posición de poder de modo indefinido, y no permiten a los más jóvenes demostrar las cualidades que tienen para trabajar por el país a través del partido en el que militan.

Es momento de empezar a trabajar de nuevo para recuperar la confianza de la gente.

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